La alemana Ursula K. Heise, galardonada con el Premio Biophilia de la Fundación BBVA

Ursula K. Heise reconoce la interconexión entre humanidades y medio ambiente, promoviendo una visión "eco-cosmopolita" que aboga por un enfoque cultural en la crisis ecológica global

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Madrid, 8 oct (EFE).- La catedrática de la Universidad de California Ursula K. Heise ha sido galardonada con el Premio Biophilia de la Fundación BBVA por su contribución a la expansión y liderazgo para el desarrollo y aplicación del campo de las Humanidades Ambientales a escala global.

Según el fallo del jurado, con las investigaciones pioneras de Heise (Alemania, 1960), catedrática de Estudios Literarios de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), ha explorado "las variadas formas que adoptan el pensamiento, la narrativa y el activismo sobre el medio ambiente en distintas regiones del mundo".

El premio Biophilia, creado en 2019 por la Fundación BBVA y dotado con 100.000 euros, reconoce aportaciones que contribuyan a repensar la relación de los humanos con la naturaleza desde las disciplinas humanísticas, las ciencias sociales y la comunicación.

Heise, según el acta del jurado, ha contribuido de manera decisiva al desarrollo internacional de las Humanidades Ambientales “más allá de las esferas angloamericana y europea, mediante el establecimiento de una red de artistas, humanistas, científicos y activistas ambientales" que se ha ampliado a países como Argentina, Australia, Japón, Corea del Sur, Taiwán y Vietnam.

En un comunicado, la Fundación BBVA ha apuntado además que el concepto de “eco-cosmopolitismo” desarrollado por Heise, así como sus estudios sobre los significados culturales de especies amenazadas, representan hitos en Humanidades Ambientales cuya influencia “se ha extendido a la política internacional” a través de su análisis de documentos como la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Los miembros del jurado han reconocido que la galardonada ha demostrado "cómo las humanidades pueden y deben aunar fuerzas con las ciencias naturales, las ciencias sociales, la política, el derecho y las tecnologías digitales para aumentar nuestra capacidad de comprender y afrontar los grandes retos medioambientales de nuestro tiempo”.

Heise se ha dedicado a estudiar cómo las diferentes tradiciones de pensamiento sobre la naturaleza en distintas lenguas y culturas influyen sobre las maneras de interpretar los desafíos del medio ambiente, una "innovadora línea de investigación humanística" que considera "absolutamente imprescindible" en un momento en el que el futuro de la vida en la Tierra está en juego.

“Si queremos comunicarnos con éxito sobre la crisis medioambiental y formar alianzas con gente de todo el mundo para combatir la pérdida de biodiversidad, el cambio climático o la acidificación de los océanos, realmente necesitamos entender estas diferencias culturales”.

El concepto de “eco-cosmopolitismo” lo desarrolló Heise en libros como "Sense of Place and Sense of Planet" (2008); además, realizó estudios sobre los significados culturales de especies amenazadas en obras como "Imagining Extinction The Cultural Meanings of Endangered Species" (Imaginando la extinción: los significados culturales de las especies amenazadas) de 2016.

En palabras de la catedrática, recogidas por la Fundación BBVA nada más conocer el fallo, “la idea fundamental de las Humanidades Ambientales es que los procesos, los riesgos y las crisis del medio ambiente no son únicamente cuestiones de ciencia y tecnología, sino que tienen que ver con la sociedad, la cultura, la historia y los valores”.

En su opinión, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la deforestación o la erosión del suelo, que se definen de manera similar o idéntica desde una perspectiva científica en cualquier lugar del mundo, “se perciben de manera muy diferente cuando se tienen en cuenta los diferentes idiomas, las diferentes memorias históricas y los diversos marcos de comprensión de cada sociedad.

Por ello, ha aseverado, "no podemos abordar la crisis ambiental si no la analizamos como un problema social, cultural y de valores”, y ha recordado que ella no vivió en un entorno "especialmente ecologista" durante su infancia y juventud en Alemania.

Tras la Licenciatura en Filología Francesa y Española por la Universidad de Colonia y un doctorado en Literatura Inglesa y Estadounidense por la Universidad de Stanford, obtuvo un puesto como profesora de Literatura Inglesa y Comparada en la Universidad de Columbia a principios de los años 90. EFE

(foto)

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