Podemos muestra su orgullo por la movilización de apoyo a Palestina y acusa a Israel de intentar criminalizarla

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La coportavoz de Podemos, María Teresa Pérez, ha expresado su orgullo por la movilización social en apoyo a Palestina y enmarca las acusaciones del Ministerio de Exteriores israelí en un intento de "criminalización" de la protesta contra el "genocidio" en la Franja de Gaza. Es más, ha recalcado que la ciudadanía que acude a estas concentraciones demuestra estar en el "lado correcto de la historia" y ha acusado al Gobierno de tener una "actitud sumisa" ante Israel y su aliado Estados Unidos. Una postura que, bajo su criterio, le hace al Ejecutivo ser "cómplice" de ese genocidio, puesto que cada día que pasa sin romper relaciones con el Gobierno de Benjamin Netanyahu es una "vergüenza" para el país. Pérez se ha expresado en estos términos en rueda de prensa junto al secretario de Organización del partido morado, Pablo Fernández, después de que ayer el departamento de Exteriores israelí acusara a España de ser paraíso" para "demostrar odio e incitar a la destrucción de Israel" por permitir la celebración en Madrid de un acto de la organización palestina Masar Badil. La dirigente de Podemos ha replicado que la estrategia de Israel es "criminalizar" el movimiento de solidaridad con Palestina, para así "justificar sus crímenes", y que no van a entrar en estas estratagemas salvo destacar que es un orgullo que la ciudadanía española se apoye la causa palestina. En este sentido, ha apuntado que ahora solo queda que el Gobierno escuche la protesta social, dado que el "Estado genocida de Israel" actúa "sin límites y se siente impune" ante la actitud de la comunidad internacional. "El Gobierno está alineado con una Europa sumisa a Estados Unidos, que no hace absolutamente nada para frenar a Netanyahu y por tanto está haciendo que el Estado español sea cómplice de un genocidio", ha enfatizado par agregar que "si no se frena a tiempo la barbarie, la barbarie te arrastra con ella". VUELVE A PEDIR EL CESE DE MARLASKA Por su parte, Pablo Fernández ha vuelto a pedir la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, por deportar a activistas sahararuis que recalaron para pedir asilo en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Tras censurar que se denegara el acceso a la secretaria general del partido, Ione Belarra, a la sala para poder comprobar el estado en el que se encuentras los saharauis, ha reprochado que "el colmo" de estas expulsiones es la coincidencia con la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de anular los acuerdos pesqueros con Marruecos. "La lamentable complicidad de nuestro gobierno con la dictadura marroquí es igual o mayor que la que tiene con el Estado genocida de Israel", ha apostillado Fernández para criticar la "falta de transparencia" al deportar a estas personas que están en riesgo de sufrir "represión y tortura" por Marruecos.

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