Zaragoza, 7 oct (EFE).- La cantante Paula Mattheus ha iniciado la velada de este lunes en las Fiestas del Pilar de Zaragoza con mucha emoción, buena sintonía, la mano en el corazón y la voz quebrada por la ilusión y el amor del momento.
La artista de Getxo, antes de incluso saltar al escenario, ha hecho vibrar con sus temas y su particular oda al empoderamiento, la libertad y la independencia.
“No esperes a nadie. Es tiempo de perrear. Estate solo pendiente de que no te partas un tobillo cuando tengas el culo sobre la tarima. Ponte tus mejores galas, abre la puerta y a tomar por culo”, se ha reproducido en la carpa principal antes de que Mattheus interpretara ‘Ya no me joden la fiesta’.
Con una gran bola de discoteca, unos pantalones con brillo y un micrófono con serpentina, la “chica rebotada y enredada en sus ideas” ha compartido con los cientos de asistentes los temas ‘Chica Formal’, ‘Viaje sin vuelta’ y ‘Me presento’.
Además de afirmar que para ella ha sido un “honor” actuar en el “bonito Pilar” y tocar antes del grupo de su infancia La Oreja de Van Gogh y del número 1 mundial Íñigo Quintero, Paula Mattheus se ha dejado la piel encima del escenario con éxitos de la talla de ‘Valientes del sofá’ y ‘Tocado y hundido’.
En la recta final de su cita a solas con Zaragoza, la cantante le ha dedicado ‘El río’ a “todas las personas que atraviesan un mal momento”, ‘Me pasaste tú’ al amor y ‘La hipoteca’ a las personas “despechadas”.
Para despedirse, y al unísono de todas las personas presentes, se ha dirigido a sí misma con ‘Vale la pena’, una carta íntima y personal hecha canción en la que pide reconocerse en el espejo, volverse de acero y pensar, por fin, que sí da la talla.
“Nos vemos muy pronto Zaragoza”, ha concluido la artista, a la que ya esperan volver a ver en la capital aragonesa al haber contagiado desde el principio su alegría, naturalidad y verdad. EFE
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