Javier Herrero.
Madrid, 7 oct (EFE).- Aunque de su trabajo como contable le gustara cómo los números contribuyen a "asentarte la cabeza", Paula Koops soñaba cada mañana al pasar por delante de Universal Music con un futuro como artista, un objetivo que, vestida de animadora y cantando al desamor, acaba de consolidar con su primer álbum.
"Me parecía algo inalcanzable lo de ser cantante", reconoce a EFE tras la reciente publicación de su disco 'Motel', cuatro años después de que, sin grandes expectativas, subiera a Spotify la primera canción que había compuesto nunca en español, una dedicatoria enamorada a su entonces pareja en plena pandemia.
La acogida fue tan buena que a esta graduada en estudios de administración y dirección de empresas y márketing le pareció que "ese era el camino" y siguió componiendo. Atrás quedaban sus acercamientos previos al mundo artístico en escuelas de teatro o canto, con los que nunca se sentía del todo convencida.
En 2022 y de manera consecutiva llegaron sus dos grandes hitos en cifras hasta el momento, 'Línea 7' y 'Odio que te quiero', que además de unirla a otra joven promesa como Noan, le permitió escribir junto a uno de sus ídolos de juventud en cuanto miembro de El Canto del Loco, David Otero.
Koops se muestra muy orgullosa de todo lo conseguido en esa etapa como artista independiente, "sin un programa" detrás que la respaldara y "haciendo TikToks que lograron conectar con la gente", como parte de la ola de recuperación del pop punk dosmilero de artistas como Avril Lavigne o Sum 41.
Desde una óptica de puro pop y ya de la mano de Universal Music el pasado año empezó a trabajar en 'Motel' (Universal Music), en el que refleja "las fases de una ruptura desde el desamor, cuando todo duele, pero que poco a poco se va superando y por fin te vuelves a valorar", explica sobre temas en los que una ruptura se convierte en un motor de crecimiento personal.
"Soy consciente de que mucha gente toca el tema, pero no sé si es una cosa generacional. Yo lo hago porque me gusta contar mis propias historias y que la gente conecte con ellas. Es la forma de que me conozcan. No siento pudor por ello. Es más bien un proceso muy terapéutico para entender lo que pasó y sanarlo de alguna manera", cuenta sobre su manera de usar su experiencia como inspiración.
Entre los temas, llama la atención uno titulado 'b.o.b.o.' en el que volvió a enfundarse el uniforme de animadora de sus años universitarios para cantar un tema tan pegadizo como esa estética, que se ha quedado fuertemente vinculada a sus presentaciones visuales, tan esenciales para ella a la hora de definir su proyecto como los videoclips.
No es el único referente americano en el que se asienta el álbum, como muestra el propio título. "Buscaba una sola palabra que se pudiera usar en los dos idiomas y pensé que, cuando vives una ruptura fuerte, hay una parte de ti que se va con esa persona y proceso de no sentirte en tu hogar, más bien en un motel, un lugar de paso, frío, aunque esté decorado como una casa", explica.
El disco, que se cierra con las citadas 'Línea 7' y 'Odio que te quiero' como "bonus tracks" y guiños al pasado que hizo posible todo este presente, se abre con 'Me he colgado de mi ex', que quiso compartir con una de las últimas participantes del concurso 'Operación Triunfo'.
"Ella es muy guay, toda su energía, porque es magnética. Durante el programa me gustaba mucho su personalidad y el tipo de música que quería hacer, así que pensé que se unía muy bien al proyecto", alega sobre esta colaboración.
Sin soltar el traje de animadora, prepara ya los conciertos de presentación del álbum, que pasarán el 19 de enero por Sevilla (sala Mandalar), el 25 de ese mes por Valencia (Jerusalem), el 7 de febrero por Zaragoza (sala López), el 29 de marzo por Barcelona (Apolo) y el 19 de junio por Madrid (La Riviera), entre otros. EFE