La OCU pide a marcas indemnizar a dueños de coches pendientes de que les cambien el airbag

La OCU exige compensación a propietarios de vehículos afectados por airbags defectuosos de Takata, con más de cuatro millones de coches en riesgo desde su detección en 2013

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Madrid, 7 oct (EFECOM).- La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha pedido a las marcas automovilísticas que indemnicen a los propietarios de vehículos a los que aún no se les han cambiado los airbags defectuosos del fabricante japonés Takata diez años después de que surgiera este problema.

En un comunicado, la OCU dice que quienes tienen pendiente el cambio deberían recibir una indemnización por daños morales y que mientras no puedan usarlos, por daños y perjuicios.

Según ha explicado la organización en un comunicado, algunos modelos de los airbags de Takata proyectaban fragmentos del hinchador en el momento de la colisión, algo que ponía en riesgo la vida de los pasajeros.

La OCU ha dicho que diez años después de descubrirse este defecto las principales marcas de coches siguen lanzando nuevas alertas para cambiarlos.

Esta organización cifra en más de cuatro millones el número de coches con este problemas en los últimos años, lo que representaría el 15 % del parque automovilístico si todos los automóviles afectados siguieran circulando.

Los modelos afectados fueron comercializados entre 1996 y 2018 y, según la OCU, corresponden, al menos, a 19 conocidas marcas: Audi, BMW, Citroën, Dacia, DS, Ford, Honda, Land Rover, Mazda, Mercedes, Nissan, Opel, Renault, Seat, Skoda, Suzuki, Toyota, Volkswagen y Volvo.

La OCU ha recomendado que ante la duda los dueños de los automóviles llamen al servicio de atención al cliente de su marca para consultar si su modelo está entre los afectados y, si es así, solicitar el cambio lo antes posible.

La organización de consumidores ha explicado que se ha puesto e contacto con las marcas de automóviles afectadas para pedirles que, además de la sustitución del airbag, se haga en un plazo no superior a 48 horas desde la cita en el taller y que mientras tanto se les facilite un coche de cortesía o en su defecto se abonen 150 euros por cada día sin poder utilizarlo.

Takata se declaró en bancarrota en 2017, tras la agonía financiera que sufrió por el escándalo de los airbags defectuosos.

La compañía nipona, uno de los principales fabricantes mundiales de airbags, se encontraba en números rojos desde 2014, y tras conocerse el problemas realizó la mayor llamada a revisión nunca vista en el sector del motor.

El fallo en la fabricación de sus airbags había sido ignorado por la compañía pese a haberlo detectado en 2005 y le obligó a afrontar multas multimillonarias de las autoridades estadounidenses, además del coste inasumible de sustituir todos los dispositivos defectuosos y compensar a los fabricantes involucrados. EFECOM

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