La Fiscalía califica de "monstruo" al acusado de robar y asesinar a una pareja de ancianos en Barcelona en 2019

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El juicio al acusado de estafar, robar y asesinar a un matrimonio de ancianos en el barrio de La Bordeta de Barcelona en 2019 ha empezado este lunes en la Audiencia Provincial de Barcelona con la constitución del jurado popular, la lectura de los escritos de las partes y el turno de cuestiones previas. El fiscal Félix Martín, que ha calificado de "monstruo" al acusado, y la letrada de la acusación particular han solicitado en sus respectivos escritos dos penas de prisión permanente revisable por sendos delitos de asesinato con alevosía y ensañamiento para la facilitación y evitación del descubrimiento de la comisión de otro delito. "El que hizo eso es un monstruo, no es un acto impulsivo de matar, es un comportamiento criminal planificado, consistente en un abuso económico creciente sobre unas víctimas vulnerables, traducido y culminado con un asesinato a sangre fría en presencia de los dos juntos", ha dicho Martín. Además, a la solicitud de esta condena, las acusaciones suman la petición de 2 años y 7 meses de prisión por un delito continuado de estafa y 10 años más por dos delitos de robo con violencia y piden que el acusado indemnice al hijo de los fallecidos con 300.000 euros y a cada una de sus dos nietas con 100.000 euros por los perjuicios y daños morales causados. "Tres años de investigación me han llevado a presentar este escrito de acusación", ha precisado Martín, un documento que ha definido, textualmente, como tremendo y que será su línea de salida ante la prueba que se practicará hasta el próximo lunes 14 de octubre, para finalizar el juicio el martes 15 de octubre con la entrega del objeto y la deliberación del jurado popular. LOS HECHOS El procesado, que en 2017 ya fue condenado por estafa a la pena de 21 meses de prisión por un juzgado de Granollers (Barcelona), conoció al matrimonio en marzo de 2019, cuando trabajaba como comercial en el sector de la venta de productos relacionados con la salud y el bienestar, principalmente enfocados a personas de la tercera edad, según el escrito de la Fiscalía. Con motivo de esta relación comercial, el procesado acudía frecuentemente al domicilio de los ancianos y, "aprovechando las circunstancias de los mismos, de necesidad de compañía y de la fragilidad propia de su edad", el acusado les vendió productos que no necesitaban y por los que les cobró una considerable suma de dinero. El 12 de julio consiguió, según la acusación pública, tener acceso a sus datos bancarios y se dio de alta en una plataforma de transacciones financieras usando el nombre y número de tarjeta de una de las víctimas, aunque aportó su número de teléfono para evitar ser descubierto; realizó una transferencia de 100 euros e intentó lo mismo con otra, que le fue devuelta. El 6 de agosto, el comercial presuntamente sustrajo la tarjeta de crédito del matrimonio e intentó sacar dinero en cajeros en hasta cuatro ocasiones, pero no pudo porque introdujo un PIN erróneo. Este hecho propició que el matrimonio se enterara, pues la entidad bancaria les alertó de los sospechosos intentos de retiradas de efectivo, motivo por el que no sólo ordenaron al banco que bloqueara la tarjeta sino que pidieron explicaciones sobre lo ocurrido al comercial. Pocos días después, en una fecha indeterminada que la Fiscalía sitúa entre el 16 y el 19 de agosto, el acusado "a fin de intentar continuar con su plan depredatorio y además evitar las consecuencias del descubrimiento de sus actos" atacó al matrimonio en su casa con un instrumento cortante, con el que les asestó diversos golpes hasta causarles la muerte. NO PUDIERON DEFENDERSE "Las víctimas no tuvieron oportunidad de defensa eficaz por cuanto no esperaban el ataque y se encontraban en la tranquilidad de su hogar y confiadas por su relación previa con el acusado", subraya la Fiscalía. El Ministerio Público remarca que una de las víctimas tenía una importante afectación en su movilidad y un relevante deterioro cognitivo a causa de un ictus, por lo que dependía de la otra, que tenía su físico "seriamente mermado al sumar a su ancianidad el hecho de tener que ocuparse de otra persona". Por todo ello, ninguno de los dos podía defenderse de un ataque con arma blanca perpetrado por una persona más joven y que gozaba de mejor forma física que, además, se ensañó con ellos, causándoles lesiones innecesario para causarles la muerte y, después, les robó numerosas joyas. 18 MESES DE INVESTIGACIÓN El acusado, que declarará en último lugar a petición de la defensa, fue detenido por los Mossos d'Esquadra en febrero de 2021, tras una "muy complicada investigación que duró 18 meses", según ha explicado Martín, y desde entonces permanece en prisión provisional. En la fase de cuestiones previas, la Fiscalía ha pedido que se visualicen durante el juicio las imágenes que los Mossos tomaron durante la entrada y registro en el domicilio del sospechosos, en las que se ve al acusado ingiriendo una pastilla para suicidarse, y ha subrayado que lo que se juzga es un "acto planificado y terrible de matar a dos ancianos". La letrada de la acusación particular ha incidido en que ambos ancianos "murieron asesinados de una forma brutal, de una forma horrorosa, con un sufrimiento espantoso", por un hombre sin escrúpulos, un desalmado, en sus palabras. Por su parte, la defensa del acusado ha mostrado su disconformidad con el relato de hechos de la Fiscalía y la acusación particular y sostiene que no ha quedado acreditado que el procesado sea autor de estos hechos por lo que pide su libre absolución y recuerda que "sin delito no cabe hablar de responsabilidad civil". El letrado ha insistido ante el jurado en que su defendido "no es una persona violenta" y en que es inocente de las dos muertes que le atribuyen, pues en este caso no existen pruebas de cargo.

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