La Fiscalía pide 15 años de prisión para el acusado de violar a una menor de 15 años tras emborracharla durante la noche de Halloween de 2022 en Cerdanyola del Vallès (Barcelona) en el juicio que ha empezado este lunes en la Audiencia Provincial de Barcelona. Los padres de la adolescente han explicado que la noche de los hechos reprendieron a su hija porque, tras asistir a un botellón para celebrar la noche de Halloween, llegó a casa más tarde de la hora límite que ellos le habían fijado y que la adolescente, enfadada, se marchó de casa. "Como tenemos una aplicación de móvil en la que la podemos seguir, la ubicamos y fuimos a buscarla mi marido y yo", ha explicado la madre, que localizó a su hija en un botellón pero, al verla, la adolescente echó a correr y apagó el teléfono móvil, que no pudo volver a encender porque no sabía la nueva contraseña, pues recientemente la habían cambiado tras reparar el teléfono. HALLADA EN UN BANCO "Dimos noticia a una patrulla de la Guardia Urbana de que la estábamos buscando. Le dijimos cómo iba vestida y de ahí no tuvimos más noticia", ha explicado el padre, hasta que los Mossos d'Esquadra les llamaron por teléfono para informarles de que habían localizado a una chica que podría ser su hija en estado de semiinconsciencia en un banco y que la trasladarían al CAP de Ripollet. Al llegar, prácticamente al mismo tiempo que la ambulancia, vieron a su hija en una camilla que, entre sollozos, repetía "me han penetrado, me han penetrado, me han penetrado", según han explicado los padres, motivo por el que los sanitarios activaron el protocolo previsto para casos de agresión sexual y la trasladaron al Hospital Parc Taulí. El agente de Mossos que instruyó la investigación ha declarado que la joven explicó en fase de instrucción que conoció a un hombre en el bar Punta Cana de Cerdanyola con el que estuvo bebiendo alcohol y que "salió del establecimiento y este señor la siguió, estuvo con ella, y en un momento dado la llevó a un sitio apartado, le bajó la ropa y mantuvo acceso carnal". El Ministerio Público sostiene en su escrito que la menor llegó a perder el conocimiento durante la agresión sexual y que recuperó la conciencia cuando el procesado "le mojaba la frente con agua en una fuente cercana" y la dejó, con el móvil sobre las manos, en el banco en el que fue hallada por la policía. El mosso instructor de la investigación ha añadido que en una rueda de reconocimiento la menor señaló de forma "muy rápida" al sospechoso, al que la policía conocía por tener antecedentes por delitos de la misma índole: "Éste", les indicó. CONDENADO POR AGRESIÓN SEXUAL En el momento de los hechos el acusado estaba en régimen de semilibertad, pues había sido condenado a 7 años de prisión por la Sección 8 de la Audiencia de Barcelona en 2017 por una agresión sexual a otra menor en 2015, según recoge el escrito de acusación del Ministerio Público. La menor, que sufre diversos trastornos, ha prestado declaración sin confrontación visual con el acusado y a puerta cerrada, a petición de la acusación particular, y acompañada por su madre. Según la progenitora, desde el día de los hechos la joven experimenta agresividad, sufre pesadillas y consume marihuana, un hecho que ha derivado en una depresión por la que ha tenido que recibir tratamiento: "Ha sido un malvivir desde entonces, ha sido un malvivir". El padre, visiblemente afectado, ha explicado que desde entonces su hija siente "aprensión" hacia las figuras masculinas, llegando a no poder tocarla. La única camarera del bar Punta Cana ha asegurado que esa noche el acusado, al que conoce desde hace 9 años aunque ha negado que sean amigos, no estuvo acompañado de ninguna mujer, tampoco por una adolescente, un hecho que tanto el fiscal como la acusación particular han puesto en entredicho, a lo que ella ha respondido: "Estoy segura que ninguna menor estuvo en el local". El cocinero del bar, pareja de la camarera, también ha manifestado que conoce al procesado porque es un cliente habitual, pero ha negado que hubiese mujeres en esa franja horaria en el establecimiento, a excepción de una pareja que conocía. SE ENFRENTA A 15 AÑOS Además de los 15 años de prisión, el fiscal pide 10 años de libertad vigilada, 15 años de inhabilitación especial para realizar oficios o actividades, ya sean remunerados o no, que supongan contacto con menores de edad una vez cumplida la pena privativa de libertad y que indemnice a la menor con 35.000 euros por los daños morales causados. La acusación particular solicita la misma condena que el ministerio público, mientras que la defensa del acusado pide su absolución. Por su parte, el acusado prestará declaración en la segunda y última sesión del juicio, que se celebrará el viernes 11 de octubre.