Madrid, 7 oct (EFE).- El Ministerio de Cultura ha adquirido dos nuevas obras de Joaquín Sorolla para "afianzar la colección pública del cuadros del artista". Los cuadros son 'Jardín (casa del artista)', por 250.000 euros, y 'Retrato del Dr. Francisco Rodríguez Sandoval', por 275.000 euros.
Ambas piezas, adquiridas en el marco de la conmemoración del centenario de su fallecimiento, irán destinadas al Museo Sorolla, ha explicado el Ministerio en una nota.
'Jardín (casa del artista)' fue pintada por el artista alrededor de 1920 y permite, además de ejemplificar la pintura de jardines de su autor, documentar el estado original del jardín de su casa de Madrid, uno de los espacios de uso cotidiano de su familia, así como el mobiliario original.
La pintura presenta una vista parcial de la vivienda en la que residía la familia del artista en Madrid (la actual casa-museo), realizada desde el primero de los tres jardines de la casa, un lugar de gran importancia para el pintor.
Este espacio del edificio, cuyo diseño fue realizado por el propio Sorolla, ofrecía al artista la posibilidad de tener un estudio de pintura al aire libre y, además, se convertía en una estancia usada para reuniones, tertulias o juegos.
En concreto, el óleo muestra las escaleras que dan acceso al pórtico de la fachada principal, decorada con macetas y un rosal amarillo, del cual el hijo del artista contaba que había enfermado a la muerte de Sorolla y finalmente murió poco después de hacerlo su esposa, Clotilde.
'Jardín (casa del artista)' fue, posiblemente, una de las últimas obras pintadas por Sorolla, cuando ya era un pintor de éxito internacional y encuentra en su casa un refugio en el que deleitarse representando todos sus rincones.
Por su parte, el 'Retrato del Dr. Francisco Rodríguez Sandoval' también pone en valor la importancia que los jardines de su casa y la pintura al aire libre tenían para Sorolla.
El personaje retratado era un médico, miembro de la Institución Libre de Enseñanza, cercano a la familia del pintor. Su relación se inicia en 1906 con el tratamiento por tuberculosis de María, hija mayor del artista.
Esta obra de madurez del pintor, realizada en los últimos años de su carrera, refleja la gran maestría de Sorolla en el modelado de la luz. Con el jardín de su casa como escenario, el blanco se presenta como color protagonista. El resultado es una pintura en el que el entorno familiar y la complicidad con el retratado permiten al pintor alejarse de las convenciones del género.
Este retrato se suma a otros retratos similares que conserva el Museo Sorolla centrados especialmente en Clotilde, la mujer del pintor, o inacabados y en forma de estudios. EFE