Miguel Martín Alonso
Almería, 6 oct (EFE).- El fenómeno ovni golpeó fuerte en las conciencias de numerosos españoles en la década de los 70, algo que tuvo su reflejo en casi todos los medios de comunicación de la época; un impacto que ahora es recuperado varias décadas después gracias a la exposición ‘Spanish Files’, del fotógrafo José Luis Carrillo.
Esta producción propia del Centro Andaluz de la Fotografía (CAF) es "una reconstrucción y una construcción, sobre un fenómeno apasionante que sacudió España en los años 70”. “Fue un boom de avistamientos ovnis y de contactos con supuestos extraterrestres que tuvieron una repercusión popular formidable”, asegura a EFE el director del CAF, Juan María Rodríguez.
“Esta exposición no afirma ni desmiente nada, sugiere, más que muestra. Hace más preguntas que da respuestas. Si la gente viene aquí a intentar responder a la pregunta de si existen los extraterrestres o no, aquí no la van a encontrar”, afirma.
“Lo que van a encontrar son las vidas de mucha gente que realmente se entregaron a esa búsqueda”, apostilla.
Rodríguez desvela que cuando era “muy jovencito” vivió parte de esta historia, y recuerda cómo en aquella época hubo “gente que se extravió un poco biográfica y emocionalmente, porque estos son episodios que te pueden dar una sacudida muy fuerte”.
“La exposición lo que hace es hablar con testigos, evocar asuntos, recupera materiales desclasificados, informes militares que se hicieron pero que quedaron ocultos y ahora ya están disponibles. Y sugiere una especie de puerta a lo desconocido”, asevera.
Para él, uno de los puntos clave de la muestra es su valor fotográfico. “Vemos claramente cómo la gente creía en cosas que no veía, y eso es muy fotográfico (…) La identificación de luces raras en el cielo, de apariencias, de cosas que no sabes exactamente qué son pero a las que tú le pones nombre ya automáticamente, esto es un fenómeno como muy fotográfico”, mantiene.
Imágenes oscuras e inquietantes
A pesar de su valor antropológico, Rodríguez destaca que este proyecto es sobre todo “muy competente” de acuerdo a los parámetros actuales de creación fotográfica, ya que reúne una creación “brillante” con retratos y evocaciones de paisajes con imágenes que son “oscuras, inquietantes y magnéticas”, sumadas a una documentación exhaustiva, vídeos y otros materiales.
“Si quieres leer un informe reservado te lo lees entero y te puedes tirar aquí una hora leyendo. Pero si solo quieres picotear un poco en la exposición, lo haces y muy bien”, sostiene.
Además, mantiene, la muestra descubre que “todo el fenómeno extraterrestre, tal y como fue presentado y contado, remitía a iconografías anteriores” vinculadas a viajes rituales o con la fe religiosa, “que habían fijado ya unos ciertos parámetros visuales de lo que era el contacto con lo esotérico”.
Apunta que el autor se preguntó en su momento qué impulsó a tanta gente a comprar revistas y libros, o a llenar las salas de cine para ver películas como ‘Encuentros en la tercera fase’. “Hay muchas teorías. Tenemos desde la más inicial de todas, que es esa búsqueda del más allá que va presidiendo la vida del ser humano desde que está en el planeta”, dice Rodríguez.
Sin embargo, para él existen otros factores como que el mundo ufológico constituyó un “cierto espacio de libertad” en las décadas de los 60 y 70, cuando todavía estaba en pie una dictadura que imponía una “censura informativa tremenda”.
Escapismo informativo
“Había cierto escapismo informativo por ahí. En los años 70, el diario ABC tuvo reconocido un corresponsal en platillos volantes, Carlos Murciano. La presencia de los medios de comunicación en este asunto es muy importante. Luego hay más cosas. Hay un deslizamiento de las creencias religiosas hacia las creencias esotéricas, fruto de que el país se seculariza, de que la gente se decepciona con algunas creencias religiosas”, mantiene.
Y por último, argumenta, “cuando se produjo la transición política, mucha gente que estaba implicada, comprometida en el cambio más radical político de España, se sintió defraudada porque la reforma política no satisfacía sus aspiraciones”.
“La energía de ese desencanto fue a parar a muchos temas de ecología, medioambiente, un movimiento hippie, una alimentación sana... pero también fue a parar al mundo ufológico, a las creencias esotéricas”, defiende.
“Mucha gente confió en la apariencia fotográfica de supuestos avistamientos. Cuando tú ves esas fotos de aquella época, las ves desde la perspectiva de hoy y son entrañables. ¿Cómo pudieron creer esa engañifa? Hubo mucho fraude visual", concluye.
Desde finales de los 60 (531 avistamientos registrados en 1968) hasta finales de los 70 (490 casos en 1978 y 500 casos en 1979) España, como el resto del mundo, vivió un frenesí de platillos volantes y avistamientos de ovnis que calaron en la cultura popular a través del cine, la literatura y, sobre todo, los grandes medios de comunicación. EFE
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