Cambios urbanísticos y especies invasoras ponen en riesgo de extinción al 25% de las aves

El desarrollo urbano y la proliferación de especies exóticas invasoras amenazan la biodiversidad en España, poniendo en riesgo a diversas aves, como la aguja colinegra de Extremadura y el arao común de Galicia

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Madrid, 5 oct (EFE).- El desarrollo urbanístico y energético, tanto en ciudades como en entornos rurales, y el incremento de las especies exóticas invasoras (EEI) ponen en riesgo de extinción hasta a 90 especies de aves, el 25 % del total de las existentes en España, según datos facilitados a EFE por varios especialistas.

Entre las especies más amenazadas se encuentran la Aguja colinegra de Extremadura, el Arao común de Galicia o el Alcaudón chico de la provincia de Lérida, todos ellos en "peligro crítico", ha explicado el técnico de SEO/BirdLife, Jorge Orueta, con motivo del Día de las Aves que se conmemora este domingo 6 de octubre.

La organización conservacionista ha indicado que otro 56 % de aves presentan "problema de conservación" en España donde ya han desaparecido 12 taxones o especies biológicas,

El jefe del Área de Conservación de Flora y Fauna de la Comunidad de Madrid, José Lara, ha añadido que las modificaciones en ciudades, donde “las fachadas de los edificios antiguos se reforman en pro de la eficiencia energética”, acaban por afectar a la biodiversidad, ya que “tapan recovecos óptimos para el anidaje” de especies como el vencejo, el gorrión o la golondrina, especies en declive.

El Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Madrid que Lara coordina acoge a fecha de hoy a unos 850 animales, de los cuales “más del 70% son aves” desplazadas de sus zonas “por culpa de la destrucción de biodiversidad”.

Y el problema no se limita a las ciudades, recuerda Orueta, porque "la industrialización de zonas rurales por la proliferación de edificaciones para el suministro energético renovable" constituye en este momento "la principal amenaza" para las aves ya que "la transición energética se está haciendo a costa del campo”, cada vez más "gentrificado".

“Antes el turismo rural se limitaba a personas con mucha concienciación sobre el medioambiente, incluyendo ecologistas”, ha puntualizado, pero "hoy se tiende a pensar en el campo como un parque de atracciones para el disfrute personal” de los particulares en vez de como en "el hogar de miles de especies animales y vegetales".

En cuanto a las EEI, su introducción es responsable del 16 % de las extinciones en el mundo, según datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), quien apunta que esta práctica afecta en gran medida a las aves.

Por poner un ejemplo, Orueta apunta a que "desde hace años venimos notando una gran incidencia de especies exóticas invasoras en el archipiélago canario”, donde una de ellas, el gato cimarrón, se ha convertido en "depredador de especies insulares endémicas y amenazadas” como el chorlitejo patinegro.

Otro ejemplo es el de Andalucía donde el aumento en el número de cotorras de Kramer, señalada desde Europa como una de las 100 peores especies invasoras, han llevado a “la desaparición de colonias enteras del  cernícalo primilla”.

Las organizaciones ecologistas insisten regularmente en la necesidad de no confundir ecologismo con animalismo, porque la tolerancia ante la presencia de las EEI está destruyendo ecosistemas en todo el planeta.

Un reciente estudio de la revista 'Nature Communications' culpaba al ser humano de provocar la extinción de más de 1.400 especies de aves a nivel mundial a lo largo de la Historia, entre otros factores, por los procesos de industrialización, la caza masiva y la deforestación de sus hábitats.

Y la desaparición de cada especie “conlleva impactos en cadena” que pueden llevar a la extinción de otras, apunta Orueta, que incide en la presencia de las aves como “indicador de bienestar”.

Por ello, el técnico del CRAS Alejandro Martínez ha insistido en la necesidad de "la implicación ciudadana para frenar el impacto humano” animando a “practicar la responsabilidad” con actitudes como “avisar a los agentes correspondientes cuando demos con cualquier ejemplar de ave herida” o “no practicar el mascotismo de EEI”. EFE

(foto) (vídeo)

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