Afronta 12 años de cárcel por violar a una mujer sin papeles amenazándola con la expulsión

La Fiscalía sostiene que el acusado utilizó amenazas de deportación y engaños para someter a la víctima antes de agredirla sexualmente, recluyéndola y ejerciendo violencia física en El Prat de Llobregat

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Barcelona, 5 oct (EFE).- La Fiscalía pide 12 años de prisión para un hombre acusado de violar y vejar a una mujer sin papeles en 2021 en El Prat de Llobregat (Barcelona), con la falsa promesa de emplearla como cuidadora de su madre, y de amenazarla con forzar su deportación si denunciaba la agresión.

En su escrito, al que ha tenido acceso EFE, el ministerio público pide para el procesado, E.D.H., que se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Barcelona el 11 de febrero próximo, una pena de 12 años de cárcel y una multa de 900 euros por un delito de agresión sexual, trato degradante y amenazas leves continuadas, así como el pago de 15.000 euros de indemnización a la víctima.

La acusación particular, ejercida por la letrada Carolina Gallego, pide la misma pena que la Fiscalía y una indemnización de 20.000 euros para la víctima, a la que, denuncia, se ha denegado asistencia jurídica gratuita pese a ser migrante y con escasos recursos económicos.

El acusado tiene una segunda causa abierta por hechos similares contra otra mujer de perfil parecido al de su representada, ha explicado Gallego.

Según la fiscalía, la víctima ofrecía en una página web de anuncios sus servicios como cuidadora de ancianos y niños, por lo que el procesado, que la contactó con un número oculto y un nombre falso, le propuso trabajar haciéndose cargo de su madre.

En ese momento, según el escrito de acusación, ella no tenía permiso de residencia y/o trabajo, y contaba con una formación académica básica e ingresos que procedían exclusivamente de su trabajo como empleada del hogar por horas.

El ministerio público subraya que con anterioridad al día en que se produjeron los hechos, el acusado mantuvo varias conversaciones con ella, en las que le quiso hacer creer que era un hombre solvente e influyente, que viajaba mucho por razones laborales y que tenía una hermana que trabaja en el ayuntamiento.

Finalmente, prosigue el escrito, el hombre consiguió concertar una cita con la mujer el 7 de abril de 2021, aunque se negó a facilitarle a la víctima su número de teléfono o la dirección donde ella debía ir a cuidar supuestamente a su madre.

De acuerdo con la acusación pública, el procesado citó a la mujer en una parada de metro en el barrio de Bellvitge, en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), donde la recogió en coche, tras lo que estuvieron cerca de un ahora dando vueltas hasta que llegaron a un domicilio en El Prat.

Al entrar a la vivienda, E.D.G. se agachó para recoger una nota manuscrita que dijo le había dejado su hermana para avisarle de que su madre estaba en el médico, detalla el fiscal.

En ese momento, la mujer dijo que se marchaba, pero el hombre presuntamente la empujó hacia el interior del piso y cerró la puerta con llave, tras lo que le indicó que estuviera tranquila y que se sentara en el sofá, sobre una manta.

Según indica el escrito, mientras el acusado fue a atender una llamada, la denunciante le envió la ubicación a su entonces pareja, y cuando E.D.G. la vio con el móvil en la mano le advirtió de que no debía usar el teléfono.

El acusado, después de impedir a la víctima ir al lavabo con el bolso -donde había guardado el móvil- y de negarse en repetidas ocasiones a que la mujer abandonara el domicilio, se sentó encima de ella e intentó besarla a la fuerza mientras se desnudaba, a la vez que le profería expresiones denigrantes.

Mediante el uso de la violencia y con un trato y expresiones vejatorias, sostiene la Fiscalía, agredió sexualmente a la víctima sin usar preservativo y sin que la mujer pudiera hacer nada para defenderse, ante la fuerza física que ejercía sobre ella.

El ministerio público también subraya el trato vejatorio que sufrió la mujer, a quien, tras escupirle y decirle que su cuerpo le daba asco, el procesado tiró del sofá al suelo y le propinó varias patadas, al tiempo que la insultaba y la amenazaba con que haría que la deportaran.

Por su parte, el escrito de la acusación particular, consultado por EFE, detalla que la mujer, conmocionada por la agresión y las amenazas, accedió a que el hombre la llevara de nuevo a la parada de metro en Bellvitge, donde la había recogido.

"Durante todo el trayecto le repitió el procesado a mi representada que haría que la deporten si explicaba lo ocurrido", concluye la letrada. EFE

si/mg

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