Burgos, 04 oct (EFE).- Una investigación ha permitido reconstruir los ecosistemas del norte de África de hace 2,5 millones de años, momento en el que llegaron los primeros hominidos, un paisaje árido con diversidad de hábitats y recursos, con zonas boscosas y humedales, que pudo facilitar la ocupación del territorio.
La revista Nature Communications ha publicado un artículo en el que se recogen los resultados de este trabajo, realizado sobre el yacimiento de Guefaït- 4 de Marruecos por un equipo multidisciplinar del que forma parte Alfonso Benito Calvo, geólogo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH).
Los análisis realizados - con una variedad de técnicas- han permitido constatar que la zona contaba con una diversidad de ambientes donde dominaba un contexto ecológico árido, pero con zonas boscosas, humedales y espacios más abiertos, ha informado el CENIEH este viernes en nota de prensa.
Esta información paleoecológica ayuda entender la evolución de los homininos del Plio-Plistoceno en el norte de África y sus capacidades adaptativas a los entornos cambiantes y cada vez más abiertos de período en el continente africano.
El estudio de los isótopos estables de los restos de fauna de grandes vertebrados han ofrecido datos sobre el tipo de alimentación y la temperatura del agua digerida, y los investigadores también han analizado el microdesgaste dental, con estudio de estrías y agujeros formados en la superficie del diente durante el consumo de alimentos.
Además, han realizado estudios polínicos y análisis de los isótopos de la cera de las plantas encontradas en los sedimentos, y han indentificado las diferentes especies de micromamíferos, microcrustáceos y algas del yacimiento.
Los estudios estratigráficos realizados en el CENIEH muestran que el yacimiento se generó durante una fase más húmeda que favoreció la formación de lagunas al pie de las montañas, donde se acumularon fangos y carbonatos que permitieron la fosilización y preservación de los restos faunísticos.
Entre el Plioceno y el-Pleistoceno (límite Plio-Plistoceno) es cuando se produjo el inicio de las glaciaciones en el hemisferio norte y una tendencia global hacia la aridez, que también estaba presente a nivel local pero formaba parte de un ecosistema muy diverso, según se desprende de la investigación.
Este entorno mosaico regional, combinado con momentos de reverdecimiento del Sáhara durante el límite Plio-Plistoceno, podría haber facilitado la dispersión de comunidades de mamíferos (incluidos homininos) desde África central u oriental hacia el norte de África, ocupando ecosistemas con una disponibilidad de recursos similar a sus hábitats originales.
La evidencia de los primeros homininos en el norte de África está datada en torno al límite Plio-Plistoceno -unos 2,5 millones de años- en el yacimiento de Ain Boucherit (Argelia), y el contexto ecológico de esta primera población es una cuestión clave para entender las dispersiones de nuestros ancestros y otros mamíferos en estos territorios.
“Si tenemos en cuenta la proximidad de Guefaït con Ain Boucherit, el conocimiento de la ecología de este territorio tan amplio nos puede proporcionar pistas sobre algunos de los recursos ecológicos que podrían haber tenido estos primeros homininos”, ha explicado M. Gema Chacón, investigadora del IPHES-CERCA y codirectora del proyecto.
Desde el año 2006, la Cuenca de Aïn Beni Mathar-Guefaït es objeto de un proyecto de investigación que dirige Robert Sala Ramos y M. Gema Chacón, del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES-CERCA) y Hassan Aouraghe de la Faculté de Sciences de la Université Mohammed Premier de Oujda (Marruecos), cuyo objetivo principal es investigar los orígenes del poblamiento humano en el norte de África.
La investigación publicada ahora está liderada por Iván Ramírez-Pedraza, investigador FI Agaur Grant en el IPHES-CERCA, y cuenta con participación de investigadores de CENIEH, Universitat Rovira y Virgili, Faculté de Sciences de la Université Mohammed 1º de Oujda, Max Planck Institut of Geoantrhopology, Universitat Autònoma de Barcelona, Bryant University, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC-Junta de Extremadura), Universidad de Iceland, Museo Nacional de Ciencias Naturales, Universidad de Phillippines, Instituto National des Sciences de la Arqueología et du Patrimoine y de Histoire Naturelle del Homme Préhistorique.EFE