Ramón Orosa
Bilbao, 4 oct (EFE).- Los hermanos Williams, Iñaki y Nico, avisaron en un partido que se le complicó lo suyo a su equipo, ante el AZ Alkmaar en San Mamés, de lo que están dispuestos a hacer en el regreso del Athletic Club a competiciones europeas tras seis temporadas fuera de ellas.
El partido se le puso difícil al conjunto bilbaíno. No tanto en el marcador, que no se abrió en la primera hora larga de partido, sino sobre el terreno de juego, donde el conjunto neerlandés no daba su brazo a torcer pese al buen rendimiento que estaban dando los 'leones'.
Fuertes y valientes en defensa para aguantar el choque en campo rival, pacientes en medio campo para imponer su ritmo y su juego, a los rojiblancos les faltaba algo en ataque, donde ni Oihan Sancet ni los Williams, sus estrellas, lograban imponer su poderío.
A Iñaki le faltó de inicio su mejor socio, Oscar de Marcos, y Nico no acababa de cogerle el punto al choque, con el japonés Seiya Maikuma subiéndosele a las barbas.
Pero el duelo llegaba a su tramo clave y los hermanos decidieron dar un paso adelante. Iñaki percutía cada vez más, por la derecha y por el medio, y Nico, hasta cabreado por cómo le iban las cosas, decidió coger la responsabilidad del ataque y reventó el encuentro a base de cabalgadas.
Amagó tres veces el 1-0 y a la cuarta llegó la vencida. Se lanzó por la banda izquierda en busca de la línea de fondo, con Maikuma ya agotado e intimidado por la amarilla arrastrada de la primera mitad, antes de llegar optó por centrar y le dejó un 'caramelito' a su hermano, que le acompañaba por el otro lado, para derribar el muro holandés.
La celebración de ambos, al estilo Nico aún sin su colega Lamine Yamal en el campo, dejó otra de las imágenes del día.
La del pequeño de la saga fue una acción del crack que anunció la Eurocopa del último verano y que tuvo continuidad. Porque arrancó de nuevo la moto, se deshizo de todo el que le salió al paso y probó a Rome Jayden Owusu-Oduro, que se repelió como pudo el disparo cruzado. Pero lo dejó suelto en el área y apareció Sancet para dar un pase a la red.
Partido resuelto, San Mamés feliz en su regreso a Europa y el Athletic aumentando a seis, con cuatro victorias, los partidos seguidos sin perder.
Una racha que quiere mantener el domingo en Girona para cerrar sin derrotas este tramo de siete partidos entre parón y parón en el que los de Ernesto Valverde han estado tremendos.
Es lo que tiene contar con los Williams y cabalgar junto a ellos en un año con la final de la Europa League en San Mamés. El sueño de todo 'athleticzale' y, por lo que se ve, también de Iñaki y Nico. Todo un aviso a Europa. EFE