Barcelona, 4 oct (EFE).- Cuatro años después de la novela 'El corazón de la fiesta', Gonzalo Torné regresa con 'Brujería', una nueva parte del friso narrativo que inició hace más de una década, una historia de personajes, algunos de ellos, viejos conocidos, donde ahonda en cuestiones como la seducción y la nostalgia.
En una entrevista con EFE, ha señalado este viernes que en este título expone con "mucha crudeza" relaciones "aparentemente inocentes", otras "antisociales", en un momento de nuevas maneras de organizar las familias, de "geometrías sentimentales", en el que también cree hay una cierta sensación de melancolía.
"Podemos imaginar tener un montón de vidas, pero no podemos vivirlas todas", ha opinado.
Publicada por Anagrama, la obra presenta a Diego Duocastella, un hombre que regresa a Barcelona, después de pasar siete años en Italia, libre, soltero y sin responsabilidades familiares.
Antes de incorporarse a su nuevo puesto de trabajo como director del Nuevo Museo de Memoria Contemporánea, Duocastella recala en el pueblo marinero en el que pasaba las vacaciones de su infancia y juventud -con un aire a Cadaqués- y allí se relacionará con un matrimonio de recién llegados, los Pons, padres de tres hijos, y acompañados por Berta, una enigmática cuñada.
Aunque su intención inicial no era acercarse a 'Las amistades peligrosas', de Pierre Choderlos de Laclos, considera Torné que en algunos de sus capítulos puede haber algunas concomitancias, una suerte de "inspiración general", pero también la hay de otras novelas.
"Me encantaría -ha señalado- que 'Brujería' se pudiera emparentar con 'Las amistades peligrosas', que también es imprevisible, puesto que nunca se sabe lo que sucederá a continuación".
Por otra parte, ha argumentado que este momento de nuevas maneras de organizar las familias, a diferencia de lo que ocurría antaño, "ya no es punible", pero, en cambio, piensa que ahora se sustituye por una "sociología moral sobre cuál de las nuevas relaciones es mejor, si la pareja abierta, si la que no lo es".
"Mi novela -ha proseguido- pretende disolver con corrosivo que haya una cosa mejor que la otra. Lo que explora es cómo está cada personaje metido en su lío familiar, que viene de elecciones que se hacen con suerte, de otras que son de mala suerte, y de cómo se viven sentimientos como la nostalgia, la envidia o la superioridad".
Como ya ocurría en otras obras suyas, el matrimonio formado por los Pons lo integran un hombre, Julio, emprendedor de origen humilde, y Laura, de familia adinerada, puesto que el escritor barcelonés siempre intenta trabajar por contrastes, en este caso el económico.
A su juicio, la cantidad enorme de dinero que tienen algunas personas "se entiende mejor confrontada a quien no la tiene".
En cuanto a Berta, la cuarta en discordia, ha indicado que es su personaje favorito, como "un duendecillo, de la que no sabemos si está más o menos loca de lo que dice estar cuando habla".
Justamente, uno de los juegos que propone Torné al lector es determinar si esta mujer dice la verdad o está constantemente inventando.
Ha cuidado los diálogos que establecen todos los personajes en sus relaciones, así como con otros amigos que aparecen por el pueblo costero, buscando que sean largos, "controlados hasta la última coma", para llevar al lector a conocerlos bien y poder profundizar en ellos.
Con ganas de continuar con esta serie de novelas de personajes, ahora cree que son merecedores de nuevos títulos algunos de los que pasean por estas páginas, como Bodel, Álvaro o Amanda.
Gonzalo Torné cree que si en esta ocasión se ha centrado en la seducción, la próxima novela debe ser sobre la santidad, sobre lo que significa ser "un santo en el siglo XXI", algo que requiere de "mucha determinación", de actuar de forma "firme y severa". EFE