Pekín, 4 oct (EFECOM).- China se halla a la expectativa ante la votación este viernes de los Veintisiete para decidir si Bruselas debe seguir imponiendo los aranceles a la importación de los vehículos eléctricos del gigante asiático, mientras la prensa local enfatiza las desavenencias entre los países miembros a cuenta de la decisión.
Los aranceles, que ya se están aplicando de forma provisional desde el pasado mes de julio, se seguirán aplicando si votan a favor un 55 % de los Estados miembros que representen, al menos, al 65 % de la población de la UE; si, en cambio, esa misma mayoría cualificada se opone, la Comisión Europea deberá tener en cuenta el resultado.
Si no se logra dicha mayoría ni a favor ni en contra, la Comisión Europea podrá modificar su propuesta y volverla a someter a votación antes del 31 de octubre.
A la espera del resultado, el diario oficialista Global Times pone de relieve las voces en Bruselas que abogan por reconsiderar los aranceles.
El rotativo destaca declaraciones de representantes sindicales alemanes, que recomendaron a Berlín oponerse porque los aranceles "no mejorarán la competitividad" de los autos europeos, al tiempo que cita a la empresa automotriz germana Volkswagen, que instó a las autoridades del país a rechazar las cuotas.
En este sentido, el diario hongkonés South China Morning Post avanza, citando fuentes conocedoras del viaje, que la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, visitará China próximamente, si bien los aranceles serían solo uno de los muchos puntos en la agenda ante el deterioro de la situación en Oriente Medio y el conflicto en Ucrania.
Asimismo, el Global Times se refiere a las declaraciones del ministro español de Economía, Carlos Cuerpo, que defiende "hasta el último momento una solución negociada".
En una votación no vinculante en julio, España votó a favor junto a París y Roma y otros nueve países, mientras que Berlín y otros diez se abstuvieron y, en contra, Malta, Eslovaquia, Chipre y Hungría.
Desde entonces, las divergencias entre los Veintisiete han ido aumentando, entre ellas las de España, cuyo presidente, Pedro Sánchez, pidió recientemente desde China que la UE reconsidere su posición, como también pide el canciller alemán, Olaf Scholz.
El Global Times pone además de relieve la oposición húngara al plan después de que el canciller magiar, Péter Szijjártó, lo describiese como "perjudicial y peligroso".
Expertos anónimos chinos citados por el diario aseguran que "las medidas cada vez más proteccionistas de la UE perjudicarán la transición verde del continente y los intereses de los consumidores", al tiempo que advierten de "contramedidas" por parte de China.
El pasado junio y en respuesta a las tasas a los vehículos eléctricos chinos, el Ministerio chino de Comercio anunció una investigación 'antidumping' contra la carne de cerdo o casquería procedentes de la UE -tanto refrigerados como congelados-, así como grasa de ese animal y derivados de ellas o de vísceras, una medida que podría acabar afectando a España, el principal exportador de cerdo a China tanto a escala comunitaria como mundial.
Según datos de las Aduanas chinas, en 2023 el país asiático importó 1.537 millones de dólares procedentes de España en esos productos, entre los que no se encuentran alimentos estrella españoles como el jamón o los embutidos, aunque estos apenas sumaron unos 40 millones de dólares en exportaciones a China el año pasado.
"Si se dificulta la exportación de derivados del cerdo a China, los productores europeos lo tendrán difícil para encontrar un mercado así de grande al que asignar esos productos, lo que supondrá un impacto para los precios del cerdo en la Unión Europea (UE), afectando a los ganaderos europeos", declaró entonces una fuente del sector chino, identificado únicamente como Ma por el Global Times.
Se espera que las conclusiones de esa investigación se conozcan dentro de un año, aunque el proceso podría alargarse otros seis meses «bajo circunstancias especiales».
Además del cerdo, Pekín anunció en agosto una investigación antisubvenciones a ciertas importaciones de productos lácteos de la UE que afecta especialmente a Irlanda, Austria, Bélgica, Italia, Croacia, Finlandia, Rumanía y República Checa.
Desde principios de julio se están aplicando aranceles de hasta el 36,3 %, del 19,3 % y del 17 % a las automotrices chinas SAIC, Geely y BYD, respectivamente, por considerar que reciben subvenciones que perjudican a los fabricantes de la UE.
Pekín y Bruselas llevan desde julio negociando una posible solución y recientemente el responsable de Comercio continental, Valdis Dombrovskis, y el ministro chino de Comercio, Wang Wentao, se comprometieron a seguir intentando un acuerdo.
Si se adoptan los aranceles, se aplicarán durante cinco años, aunque fuentes comunitarias dijeron a EFE que podrían retirarse, en caso de que se alcance un acuerdo. EFE
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