Barcelona, 3 oct (EFE).- Vox ha pedido dos años de prisión para el presentador y humorista Jaïr Domínguez por tildar al partido de extrema derecha de "neonazi" y llamar a combatirlo "con un puñetazo en la boca" en un programa de Catalunya Ràdio, medio para el que reclama una multa de 216.000 euros.
En el escrito de acusación, al que ha tenido acceso EFE, Vox atribuye un delito de incitación al odio a Domínguez y a la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), a los que un juzgado ha enviado a juicio en contra del criterio de la Fiscalía y las defensas, que enmarcaban las manifestaciones del presentador en un programan de humor.
De hecho, la causa contra Domínguez y la CCMA fue inicialmente archivada por el juzgado de instrucción número 25 de Barcelona pero se reabrió posteriormente, a raíz de un recurso de Vox.
Según el escrito de acusación del partido, Domínguez pronunció los ataques a Vox al día siguiente de conocerse los resultados de las elecciones autonómicas del 14 de febrero de 2021, en las que la formación entró por primera vez en el Parlament, con 11 diputados.
Además, señala que se produjeron tras una campaña en la que el partido y sus simpatizantes habían sido "víctimas de grave y constante violencia e intimidación".
El documento cita una resolución de la Junta Electoral Central (JEC) del 10 de febrero, que subraya que Vox y los asistentes a sus actos "estaban siendo objeto de graves agresiones y actuaciones intimidatorias con el objetivo de perturbar su campaña".
El partido mantiene que tras las elecciones catalanas, "en un clima muy convulso" y pocos días después del pronunciamiento de la JEC, "el acusado, en el seno de su programa radiofónico matinal con más de 400.000 oyentes", descalificó a Vox y a sus votantes.
"El pueblo más poligonero del Alt Empordà (Girona) vota a Vox. El resultado de la Cataluña poligonera es neonazi, quién se lo podía imaginar", subrayó el humorista en antena, según recoge el escrito de acusación, tras lo que añadió: "Al fascismo, a los nazis, se les combate con un puñetazo en la boca".
La formación sostiene que las expresiones vertidas por el acusado constituyen una manifestación de "discurso de odio", con unas expresiones que, "al albergar unas connotaciones intolerables, hostiles y discriminatorias", pretendían aumentar "el clima de violencia" contra Vox.
En cuanto a la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), la acusa también de un delito de odio porque "no adoptó ninguna medida para supervisar, vigilar o controlar que por parte del acusado no se profiriesen las manifestaciones odiosas contra los votantes de Vox en el seno de un programa de máxima audiencia en Catalunya Ràdio".
Consultada por EFE, la CCMA ha evitado hacer valoraciones sobre este proceso judicial en curso. EFE
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