España tiene 82 presos por yihadismo y otros 70 con riesgo de ser captados en la cárcel

Instituciones Penitenciarias revela que el 82% de los reclusos por yihadismo usa nuevas tecnologías para adoctrinamiento; expertos alertan del riesgo de radicalización en delitos comunes en las cárceles españolas

Guardar

Madrid, 3 oct (EFE).- Las cárceles españolas albergan 82 reclusos por delitos de terrorismo yihadista, de ellos 28 ya condenados y 54 en prisión preventiva, e Instituciones Penitenciarias ha detectado a otros 70 que se encuentran recluidos por otras actividades delictivas que son susceptibles de ser captados en procesos de radicalización.

Estos datos han sido facilitados por el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, durante su intervención en un seminario sobre la Estrategia Nacional contra el Terrorismo, que ha sido clausurado por el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez.

Ángel Luis Ortiz ha explicado que el 82 por ciento de los presos por delitos relacionados con el yihadismo desarrollaron su actividad delictiva utilizando las nuevas tecnologías de la información, básicamente en redes sociales a través de internet para cometer autoadoctrinamiento, adoctrinamiento y captación a otras personas y apología del terrorismo.

Ha añadido que también han sido detectados 36 presos que se encuentran en la cárcel por delitos que no tienen que ver con el terrorismo pero con capacidad para llevar a cabo procesos de radicalización en prisión, de ellos 33 ya condenados y tres en situación preventiva.

"Lo peor que puede suceder es que un recluso, habiendo entrado en prisión sin ser terrorista salga siéndolo", ha comentado el responsable de Instituciones Penitenciarias, que ha destacado que su departamento cuenta ahora con instrumentos de valoración del riesgo.

Por su parte, Rafael Pérez ha recordado que el terrorismo y el extremismo violento son dos de las principales amenazas para la seguridad nacional y que durante 2023 los principales delitos terroristas en España fueron los de adoctrinamiento y apología.

Ha añadido que la nueva Estrategia Nacional contra el Terrorismo tiene en cuenta a la ciudadanía como elemento clave para la lucha contra estas amenazas, y a las víctimas para contrarrestar la narrativa terrorista con sus intervenciones ante alumnos de centros educativos para generar material de memoria que sirva de elemento preventivo.

En este sentido la directora general de Apoyo a Víctimas del Terrorismo, Montserrat Torija, ha recordado que 40 víctimas de terrorismo ya han intervenido en encuentros en los que han participado 30.000 alumnos de 400 centros docentes.

Ha destacado que tres cuartas partes de los alumnos de cuarto curso de la ESO que acudieron a estas sesiones han manifestado que empatizan más con las víctimas que antes y que se incrementa en diez puntos porcentuales los que dicen que un fin político no justifica el uso de la violencia cuando antes no lo tenían claro.

Ha precisado que antes de estos encuentros el 13 por ciento de los alumnos sí la justificaba y tras participar en los mismos esta cifra solo baja al 12 por ciento, por lo que a juicio de Montserrat Torija habría que implantar este programa para alumnos con edades más tempranas.

El seminario ha sido inaugurado por la directora del Departamento de Seguridad Nacional, Loreto Gutiérrez, y al mismo han asistido la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Esperanza Casteleiro, y mandos de las Fuerzas de Seguridad del Estado, Policía Nacional y Guardia Civil, y autonómicas.

Loreto Gutiérrez ha advertido de que los conflictos en Oriente Medio y en Ucrania pueden suponer un incremento de la radicalización y derivar en acciones terroristas y ha apelado "a la unidad de acción de todos los organismos para hacer frente a esta amenaza".

Por su parte la fiscal de la Audiencia Nacional Raquel de Miguel ha llamado la atención de la amenaza que está suponiendo el retorno de combatientes yihadistas desde las zonas de conflicto y ha abogado por potenciar las herramientas para combatir el terrorismo en el ámbito de la ciberdelincuencia. EFE

Guardar