El Rey Felipe VI ha reivindicado el papel de la Unión Europea en un contexto de "conflictividad e inestabilidad". "Debe aportar respuestas", ha asegurado el monarca en la inauguración oficial este jueves del Foro La Toja, que se celebra desde esta tarde y hasta el sábado en Illa da Toxa, en O Grove (Pontevedra). El monarca ha estado acompañado por el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda; el ministro de Presidencia, Félix Bolaños; y el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, además de por algunos de los ponentes como los expresidentes Mariano Rajoy y Felipe González. Precisamente este último ha protagonizado la anécdota de la jornada. El socialista ha llegado tarde a la foto oficial de la inauguración, tras Felipe VI, con el que ha bromeado sobre lo ocurrido. El Rey ha arrancado su intervención recordando su reciente estancia en Galicia junto a la Reina Letizia para visitar a la Princesa Leonor, que se forma en la Escuela Naval de Marín. Tras unas palabras en gallego con las que ha agradecido a la organización la celebración del foro, el monarca ha reivindicado la cita como "un espacio imprescindible de encuentro y debate con una indudable vocación internacional". "Esta 6ª edición es continuista en el buen sentido porque vuelve a ofrecer una extensa relación de ponentes y de asuntos con un denominador común: la reflexión sosegada y en profundidad sobre los grandes retos de nuestras sociedades. Es un ejercicio esencial en una época de sobreabundancia informativa", ha señalado. En esta ocasión se abordarán los nuevos ciclos políticos que se abren en todas las regiones del mundo a raíz de una sucesión de "importantes y numerosos" procesos electorales, destacando Felipe VI los comicios estadounidenses. "LA UE DEBE APORTAR RESPUESTAS" "Todo ello sucede en un escenario mundial caracterizado por una conflictividad generalizada y en el que dos horribles guerras continúan causando muerte, dolor y destrucción", ha apuntado. En este contexto, los gobiernos e instituciones tienen que actuar "asumiendo la incertidumbre, la aceleración y la disrupción como una parte habitual de la realidad, la nueva normalidad" -- concepto que da título a las jornadas --. Para el Rey, la inestabilidad "convertida en costumbre" se suma a la "extensa relación de desafíos" que tienen que afrontar las democracias occidentales. Entre ellos, ha citado, la seguridad, el impulso de la transición energética, la creciente polarización de las sociedades y la gestión migratoria. "En este nuevo (des)orden global", así lo ha denominado Felipe VI, la Unión Europea arranca una legislatura "decisiva". "En este contexto de 'nueva normalidad', fenómeno que tanto analizamos, pero que todavía no sabemos manejar muy bien, la UE debe aportar respuestas. No nos podemos permitir que se ponga en jaque o que se debilite, no creo que en nuestro horizonte vital exista mejor alternativa", ha defendido. Para concluir, Felipe VI ha desdeñado la visión pesimista pese a la relación de desafíos que ha mencionado. "Las razones para la confianza siguen siendo más y mejores que para la desesperanza. Están en las ciudades y entornos en los que vivimos, en las cualidades y alentos de nuestros compatriotas", ha apuntado. "Ante la nueva complejidad no cabe la inacción. Porque es la inquietud y no el conformismo, lo que nos impulsa a crecer (...). Así se ha escrito la historia reciente de Europa y esa ha sido también la experiencia de nuestro país", ha asegurado. BORRELL: "EL MERCADO SOLO SATISFACE DEMANDAS SOLVENTES" El propio Felipe VI ha entregado el Premio Josep Piqué a Borrell. Con el se busca homenajear a aquellos que "mejor representan los valores del foro". Felipe VI ha reivindicado la labor de Borrell en la UE, donde ha mantenido el "consenso en el seno de la Unión ante los grandes retos globales". "Su etapa al frente de la política exterior de la UE ha sido de todo menos tranquila, pero a pesar de las dificultades ha logrado que la voz de Europa se escuche como un referente de valores", ha subrayado. El premiado ha expresado su profundo agradecimiento por el reconocimiento de una labor que le ha supuesto "una enorme lección de humildad". "Constatas cuan difíciles son de resolver los problemas que aquejan a la humanidad, ves cuánta inteligencia y esfuerzo se estrella contra la estupidez humana", ha lamentado. Durante su discurso, Borrell ha reflexionado sobre las fortalezas y debilidades de Europa, recordando que no se puede dejar en manos únicamente del mercado las demandas sociales. "El mercado solo satisface las demandas que son solventes", ha subrayado. Por ello, ha animado, "no a una revolución, pero sí a una evolución más rápida". "Nos quedamos sin tiempo. Por eso hace falta algo más que el mercado, hace falta acción pública, voluntad colectiva expresada a través de la acción política", ha defendido. "LA IDENTIDAD EXTREMA PUEDE SER ASESINA" Y aunque afirma que es en Europa donde se ha conseguido el "mejor equilibrio" entre progreso económico y cohesión social, lamenta que el viejo continente haya perdido trenes como el del motor eléctrico o la transformación energética. "Somos todavía una gran potencia pero la dinámica juega en nuestra contra", ha advertido. Ante esto, ha defendido la creación de una deuda pública europea, similar al modelo federal americano y ha prevenido sobre el peligro de la reivindicación excesiva de la identidad. "La identidad llevada al extremo puede ser una palabra asesina. Todos tenemos la nuestra pero sería bueno que tuviésemos más de una y que no fuesen contrapuestas", ha reflexionado, reconociendo la "hasta singularidad" de Cataluña --Borrell es catalán--, pero compatible con el sentimiento español y europeo. El Alto Comisionado también ha puesto el foco en la seguridad. "Tu seguridad depende del bienestar de tu vecino y, cuando todos están bajo el nivel de subsistencia, es complejo", ha indicado. "Si no eres suficientemente fuerte, puedes atraer las ganas de dominarte de alguien que sí lo es (...). Si no estás en la mesa, vas a estar en el menú", ha aseverado, animando a los europeos a trabajar más por la seguridad y reconociendo insuficientes los 27 "pequeños ejércitos europeos". RUEDA: "DIALOGAR PARA NAVEGAR EN CONTEXTO TURBULENTO" El presidente de la Xunta también ha intervenido y ha arrancado haciendo referencia al vínculo de Felipe VI con Galicia, "ahora un poco más estrecho" dada la estancia de la Princesa Leonor en Marín. Rueda ha hecho referencia también al contexto "turbulento" que azota a la sociedad actual. Para "navegar", ha señalado, la "única opción" es "aproximar posturas, dialogar y, para que sea eficaz, acatar las reglas del juego". Esas reglas, ha citado, son el Ordenamiento Jurídico que, "entre todos nos hemos dado" y el orden social que "explica cómo vivimos, somos y sentimos". Las principales crisis, ha continuado, están relacionados en su mayoría con el mantenimiento de los valores democráticos. Por ello, ha advertido sobre el mundo interconectado actual. "Nada de lo que pase en otro lugar nos va a dejar de afectar. Considerar que somos invulnerables es un error". Asimismo, en su intervención ha reivindicado el sentimiento compartido de sentirse gallego y español al mismo tiempo y el 'sentidiño' que le ha permitido a Galicia "permanecer al margen de extremismos". La política 'slow' -- "el no acelerarse" --, ha continuado, que no tiene que ver "con la falta de dinamismo", sino con el "pararse y mirar alrededor", con "atender a las personas". Por último, ha reivindicado Galicia como "tierra hospitalaria y no hostil para nadie" frente a los últimos fenómenos de turismofobia.