Madrid, 3 oct (EFE).- El juez de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional no puede entrar a valorar la concesión del tercer grado penitenciario a dos presos de ETA, condenados por los asesinatos del dirigente socialista Fernando Buesa o del fiscal Luis Portero, al rechazar recurrirlo la Fiscalía.
El ministerio fiscal ha decidido que no va a recurrir la progresión al régimen de semilibertad de los etarras Luis Mariñelarena y Harriet Iragi, según ha informado 'El Español' y han confirmado a EFE fuentes jurídicas.
Y esto hace que el juez central de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional no pueda entrar a valorar esta decisión porque, al tratarse de un asunto administrativo, solo puede analizarlo si el ministerio fiscal lo recurre, ya que las víctimas no están legitimadas para hacerlo por no ser parte del procedimiento, añaden las fuentes.
La decisión adoptada por la Consejería vasca de Justicia y Derechos Humanos, dirigida por la socialista María Jesús San José, ha sido muy criticada por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo Covite.
Esta asociación de víctimas ha señalado que ninguno de los dos "cumple con el requisito fundamental exigido por la ley para progresar en grado, que es el de arrepentimiento por sus crímenes".
Luis Mariñelarena fue condenado por participar en los asesinatos del socialista Fernando Buesa y su escolta Jorge Díez Elorza; y Harriet Iragi por los asesinatos del concejal del PP en Málaga José María Martín Carpena, el fiscal superior de Andalucía Luis Portero y el coronel del Ejército del Aire Antonio Muñoz Cariñanos.
Covite ha explicado que ambos presos "son exhibidos constantemente por la izquierda abertzale, principalmente por Sare, pero también por el propio Sortu", lo que constituye, a su juicio, una prueba de que no están arrepentidos, ya que "es público y notorio que la izquierda abertzale prohíbe a los presos de ETA el arrepentimiento y la colaboración con la justicia".
Desde el PP también han visto en esta medida el pago del PSOE del apoyo de sus socios en el Congreso. EFE