Javier Picazo Feliú
Madrid, 3 oct (EFE).- La obra de Eduardo Chillida llega por primera vez al mundo del cómic con “El Mapa de Chillida”, una novela gráfica que recorre el universo creativo del genio vasco a través de la mirada inquieta y emotiva de una adolescente enamorada de su obra.
El libro, ópera prima del dibujante y guionista David Marto (Toledo, 1994), supone la culminación de un trabajo de más de cuatro años en colaboración con el Museo y la Fundación del escultor, del que se celebra el centenario de su nacimiento.
“Yo no quería hacer una biografía tal cual porque de esa forma iba a llegar a menos gente. Me apetecía meter a un personaje que fuese algo mío y este personaje es Marta, la protagonista, que va descubriendo poco a poco a Chillida y el lector lo hace con ella”, ha destacado en una entrevista con EFE el dibujante.
“El Mapa de Chillida” (Norma Editorial), que viene acompañado de un amplio dossier sobre el escultor, relata ese “viaje inolvidable” de la joven que, tras perder a su abuelo con el que compartía su pasión por el artista, decide homenajearlo visitando sus esculturas repartidas por España.
Una aventura en la que además reflexiona sobre sus relaciones personales, el fin de la inocencia, el arte y la espiritualidad o la importancia de la familia.
La obra de Chillida se filtra en cada una de las páginas de un libro impregnado de su filosofía: “Era una persona tolerante, con mucha armonía y orden. Muy poético. Me parece muy importante cómo transmite conceptos como que ‘el horizonte es la patria de todos los hombres’, intenta unirnos a todos. Con el cómic intento llevar ese legado a la gente más joven, a los que quizás les pilla más lejos”.
Martos utiliza para ello un dibujo juvenil y fresco, de línea muy limpia y geométrica en la que predomina una paleta directa de azules, blancos y negros, y un guión en el que destaca “el toque de sensibilidad de la protagonista. Es una obra sensible y cercana, pedagógica pero sin que sea académica y pueda aburrir”.
El proyecto nació en 2021 cuando Marto, estudiante de Bellas Artes y en ese momento empleado en la tienda del Museo Reina Sofía de Madrid, sacó el arrojo suficiente, “casi de forma inconsciente”, para enviar un boceto de su proyecto al Museo Chillida Leku. “Les encantó. Fue impresionante. Lo hice con toda la ilusión del mundo”, ha destacado.
Ahora siente la presión de ser el primero en llevar al lenguaje de la novela gráfica a uno de los mayores artistas de la segunda mitad del siglo XX: “Siento un poquito de vértigo. Un poco de nervios”.
Con su ilusión, el autor contagia en la entrevista las ganas y la consistencia de un proyecto que nació de su pasión por el escultor y la brillantez de su capacidad para crear una historia y un dibujo personal que emociona en sus 94 páginas.
Un libro con el que se nota cumple una ilusión: “Desde pequeño siempre he querido dedicarme a esto. Es mi sueño. Quizás a partir del tirón del Chillida vendrán más proyectos”, ha asegurado.
De cara al futuro, Marto espera poder abordar nuevos proyectos personales, no solo encamiandos al arte: “Me parece una pasada poder acercar artistas así de esta forma con este lenguaje, pero también me interesan mucho las historias de corte social como la inmigración o incluso la prostitución. Dar voz a esos colectivos”. EFE
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