Universitarios no ven posible una selectividad común con bachilleratos diferentes

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Madrid, 2 oct (EFE).- La Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) considera que la nueva prueba de acceso a la universidad (PAU) no puede armonizarse cuando los contenidos del bachillerato de las diferentes comunidades autónomas y las horas que destinan a cada asignatura son distintos, por lo que piden una prueba de acceso justa y real.

"La realidad es que cada comunidad autónoma tiene necesidades específicas y se tienen que cubrir de manera justa y sin perjudicar a otras regiones, sobre todo a las que tienen lenguas cooficiales, que tienen una asignatura más que hacer en la PAU", señala a EFE el vicepresidente de Relaciones Institucionales, Germán Gutiérrez, tras recordar que es "terrorífico" armonizar una prueba de acceso cuando los contenidos de cada bachillerato difieren.

Para la CREUP las recomendaciones que han elaborado y aprobado los rectores de cada universidad tienen criterios positivos y otros más dudosos. Valoran que la nueva selectividad intente hacerse los mismos días en toda España para que los estudiantes no tengan problemas con los diferentes calendarios de preinscripción de las universidades, pero por otra parte no ven con buenos ojos un solo modelo de examen.

"Elegir entre un modelo u otro es un razonamiento que mejora el pensamiento crítico y forma parte también del aprendizaje", es el argumento que señala la Coordinadora al recordar que en su futuro profesional el estudiante se encontrará con procesos de elección.

Por otra parte, recuerdan que el hecho de que la optatividad se ciña a preguntas situadas en bloques dentro de un mismo modelo de examen no garantiza que sea así ya que el texto del documento consensuado por los rectores señala que dependerá de lo que estimen las comisiones de cada comunidad autónoma.

"Las personas responsables de la coordinación de la materia podrán incluir la posibilidad de elegir entre varias preguntas o tareas en algunos de los apartados si así se estima conveniente", dice la propuesta de acuerdos mínimos de la CRUE.

Por otra parte, los estudiantes universitarios, que sí consideran suficientes las máximas penalizaciones por falta de ortografía de 2 puntos en lengua y literatura, 1,5 en segunda lengua extranjera y 1 punto en matemáticas, creen que los estudiantes deberían tener ese aviso al inicio del examen.

Y opinan que los alumnos con asignatura de lengua cooficial se verán perjudicados al recibir también la penalización máxima de 2 puntos por faltas frente a otros alumnos que no deben hacer ese examen.

En cuanto a que la validez de la fase de admisión se prolongue tres años, también piden que se extienda a la fase optativa (la que sube la nota hasta los 14 puntos) y que ahora solo puede repetirse al año siguiente.

Otro aspecto es el que afirma que para que la calificación de una materia de la fase de admisión tenga validez y pueda ser computada, el alumnado tiene que alcanzar una calificación igual o superior a 5 puntos y en opinión de la CREUP esto perjudicará la entrada a las universidades públicas, ya que en el momento en el que no se aprueba esa fase, la prueba quedaría anulada favoreciendo el acceso a centros privados que no requieren PAU.

En cuanto a la duración de los exámenes, con 90 minutos como máximo, los estudiantes universitarios lo consideran "real" ya que en las facultades deberán enfrentarse a estos tiempos de examen.

No obstante, la Coordinadora sigue incidiendo en que las tasas de las asignaturas opcionales para la nueva PAU deberían ser gratuitas dado que estas materias son fundamentales para subir nota y acceder a la universidad y porque "no tiene sentido cuando el bachillerato público no se paga". EFE

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