Madrid, 2 oct (EFE).- Un 40 % del consumo energético de las viviendas españolas aún depende de los combustibles fósiles y sólo el 15 % de los propietarios que han llevado a cabo actuaciones en sus viviendas las han hecho para adaptar su casa a criterios de eficiencia energética.
Así lo recoge un estudio del Observatorio de la Rehabilitación Eléctrica de la Vivienda en España (Oreve), que señala que sólo un 22,4 % de las 26,6 millones de viviendas de España están construidas de acuerdo al Reglamento Electrónico para la Baja Tensión publicado en agosto de 2022.
Asimismo, indica que España tiene una de las tasas de rehabilitación más bajas de Europa y gran parte del parque residencial español tiene instalaciones elétricas antiguas y no preparadas para los actuales usos.
Oreve ha hecho la encuesta a propietarios que han llevado a cabo actuaciones en su vivienda en los últimos dos años y, según explica, tienen un bajo conocimiento de la existencia de ayudas a la rehabilitación para eficiencia energética.
En concreto, un 62 % de los propietarios que han invertido menos de 15.000 euros en la vivienda no tienen conocimiento de la existencia de ayudas, un porcentaje que es del 51 % entre los que han invertido más de 15.000 euros.
El estudio señala que una parte importante de los solicitantes y receptores de las ayudas de rehabilitación integral dispone, probablemente, de rentas notablemente superiores a la media.
Según los datos de visado de reforma y ampliación de viviendas publicados por el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) de 2023, las viviendas rehabilitadas tienen un tamaño medio de 108 metros cuadrados en el caso de las ubicadas en bloques y de más de 135 metros cuadrados en las que están en otro tipo de edificaciones.
En el sector residencial, se llevaron a cabo 37.783 rehabilitaciones de viviendas en 2023, que suman 4,5 millones de metros cuadrados, lo que supone una media de 120 metros cuadrados por rehabilitación, según datos de visados del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE).
Para Oreve, es necesario analizar si las subvenciones públicas han ido mayoritariamente a propietarios con capacidad económica suficiente para llevar a cabo las actuaciones sin ayudas y, en ese caso, habría que introducir medidas correctoras para impulsar la eficiencia energética de las viviendas en los hogares con menor renta.
Por otra parte, el estudio de Oreve también señala que sólo un 20 % considera una prioridad revisar y actualizar la instalación eléctrica.
La instalación eléctrica es secundaria en las actuaciones en la vivienda y sólo en un 14,9 % de los presupuestos menores de 5.000 euros se incluyen actuaciones puntuales en la instalación eléctrica.
Por el contrario, a partir de presupuestos de 50.000 euros en adelante la actualizacion de la instalación eléctrica se generaliza y alcanza al 82,1 %.
El estudio señala también que un 71,7 % de los propietarios de viviendas desconoce qué es la transición energética y que implica, y sólo un 12,1 % la identifica con el cambio de modelo energético en el hogar.
Antes de conocer las implicaciones de la transicón energética en las viviendas, un 63 % de los propietarios que han sido encuestados para el estudio no consideraban importante actualizar la instalación eléctrica y sólo para el 20 % era prioritario.
Una vez se les explica el impacto del cambio de modelo energético en sus hogares, el 60 % de los propietarios considera una prioridad actualizar la instalación eléctrica.
Entre los propietarios que conocían el concepto de transición energética y habían hecho actuaciones de más de 15.000 euros, el 80 % actualizaron la instalación eléctrica. EFE