Girona, 2 oct (EFE).- Míchel Sánchez lamentó después de la derrota de este miércoles ante el Feyenoord (2-3) en el primer partido de la Liga de Campeones en Montilivi que el Girona no mereció perder y "generó suficiente para sacar un resultado positivo" en una segunda parte "espectacular", pero aceptó que "el fútbol es así" y que en este momento al equipo le toca afrontar y asumir "derrotas incomprensibles".
El técnico afirmó que es una derrota que no le "duele" porque el Girona hizo "muchas cosas bien" y mereció "más", pero recalcó que la mala racha actual, con cuatro derrotas y dos empates, no hará "mella" en el vestuario y se mostró convenido de dar la vuelta a la situación.
Míchel apuntó que el Girona entró "muy bien al partido", pero señaló que después del gol de David López llegaron 15 o 20 minutos "muy malos" en los que su equipo no le gustó "nada" porque jugó demasiado hacia atrás y combinó demasiado con su portero, Paulo Gazzaniga.
En este sentido reconoció estar "preocupado", "disgustado" y "descontento" por este tramo del partido en el que sus futbolistas encadenaron pases horizontales y sin agresividad, sin verticalidad, sin intención y sin mirar al rival. Dijo que se equivocaron "demasiados jugadores".
"No es el control que queremos. Queremos controlar en campo rival e ir hacia adelante. No puedes permitirte pasarte el balón por pasártelo. No vale para nada", destacó antes de asegurar que esa posesión poco ambiciosa propicia "más presión del rival que juego" y ya ha provocado muchos goles en contra. Dos de los goles del Feyenoord fueron en propia puerta, pero Míchel recalcó que "la mala suerte no existe".
También afirmó que "el camino" a seguir es la segunda parte, "muy buena", y admitió que la lesión de Viktor Tsygankov, un jugador "importante", pinta "mal" porque notó "un pinchazo". EFE
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