Girona, 2 oct (EFE).- El técnico del Feyenoord, Brian Priske, aseguró después de la victoria de este miércoles en Girona (2-3) que "era fácil tirar la toalla con el 1-0", pero el equipo siguió "luchando" y consiguió empatar y remontar y alabó la resiliencia, la mentalidad y la fortaleza mental de sus futbolistas en Montilivi.
Priske afirmó que "quizás" no fue una victoria "bonita" porque llegó con dos goles en propia portería del Girona, pero destacó que "esto forma parte del fútbol" y que "hay que buscar la suerte" y se mostró contento porque el Feyenoord obtuvo su primer triunfo a domicilio en la Liga de Campeones en 22 años.
Reconoció en tono de broma que bebería "algo más que agua" para celebrar "una gran victoria".
El entrenador danés afirmó que sus jugadores firmaron una primera parte muy buena, con una "presión alta" que propició un gol y un penalti y que en la segunda mitad perdieron el "control" y tuvieron "dificultades", pero supieron apoyarse, juntarse y dar "un paso adelante para defender como equipo". EFE
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