La portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Rodríguez de Millán, ha rebajado este martes de 9,2 millones de euros a 6,5 la cantidad prestada por el banco húngaro MBH para financiar la campaña de las convocatorias electorales de 2023, al tiempo que ha negado que el partido haya incumplido la Ley de Financiación de Partidos alegando que el montante es un préstamo, no una aportación. Fuentes de la Ejecutiva de Vox reconocieron el lunes haber recibido nueve millones de euros para sufragar los gastos derivados de las convocatorias electorales del banco de Hungría, al que se vincula con el primer ministro húngaro, Viktor Orban, ahora socio de Vox en el Parlamento Europeo. Justificaron el haber acudido a una entidad húngara para lograr el crédito, ya devuelto, por el veto que mantienen sobre Vox los bancos españoles, según denunciaron. Pero Rodríguez de Millán ha matizado en rueda de prensa en el Congreso que no se trata de nueve millones, sino de 6,5, y ha recalcado que esa información es accesible al público general en la página web del partido. "Un crédito ya devuelto procedente de un banco de Hungría porque ningún banco ha querido negociar ningún crédito para Vox", ha señalado. La memoria económica de Vox correspondiente a 2023 muestra que Vox pidió un crédito de 6,5 millones de euros para hacer frente a los gastos de la campaña para las elecciones generales de 2023. Posteriormente, fue ampliado con más de 192.000 euros debido, según explican, al retraso en el pago de subvenciones a las que tienen derecho por sus resultados electorales. A 31 de diciembre de 2023, adeudaban 6.586.666,67 euros de ese préstamo. YA ESPECIFICARÁN LOS BANCOS Para las elecciones municipales pidieron un préstamo de 2,6 millones de euros y cerraron el año debiendo casi 800.000 euros. Vox no especifica qué bancos les prestaron esos montantes, pero fuentes de la Ejecutiva del partido matizan que subsanarán ese "error" en el futuro. Rodríguez de Millán ha negado en la rueda de prensa que Vox haya incumplido la Ley de Financiación de Partidos, que en su artículo 7 establece que las formaciones políticas no pueden aceptar ninguna forma de financiación procedente de gobiernos o entidades extranjeras. La portavoz parlamentaria ha precisado que ese artículo se refiere a las aportaciones y el montante del banco húngaro fue un préstamo. "Son dos cosas totalmente diferentes, ese artículo no aplica a esta circunstancia", ha asegurado. ES UN CRÉDITO Y NO UNA DONACIÓN En cualquier caso, Rodríguez de Millán ha hecho hincapié en que, al tratarse de un crédito, se rige por la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, que tampoco se ha incumplido. "Es un crédito ya devuelto con sus intereses, y nos hubiera gustado que ese dinero se quedase en España", ha zanjado la portavoz parlamentaria. Fuentes de la Ejecutiva de Vox se muestran molestas con las "muchas negativas" que han recibido de bancos españoles para prestarles dinero, que atribuyen a una "forma de hacer política". "Algunos han cancelado préstamos el día de antes", lamentan. Sobre haber recurrido precisamente a un banco húngaro, y al poco haber cambiado a la italiana Giorgia Meloni por Viktor Orban como socio en la Unión Europea (UE), las fuentes se limitan a asegurar que la entidad magiar les daba mejores condiciones.