Ten Hag, en la cuerda floja

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Manuel Sánchez Gómez

Londres, 1 oct (EFE).- El Manchester United cometió un error al mantener en el puesto a Ole Gunnar Solskjaer cuando el Manchester United, contra todo pronóstico, eliminó al Paris Saint Germain en la Champions League de 2019. Una sola noche, con un regalo de Gianluigi Buffon y un penalti sobre la bocina que transformó Marcus Rashford, sirvió para dar crédito al noruego y evitar la renovación que el club pedía a gritos.

Cinco años después de aquella noche en París, el United volvió a cometer el mismo error. El United, tras completar la peor temporada de su historia en la Premier League, ganó, para sorpresa mayúscula, la final de la FA Cup al Manchester City. Un trofeo que sirvió para que el United, en lugar de despedir a Erik Ten Hag, le diera una nueva oportunidad.

Y este es el escenario actual, tras seis jornadas de Premier League, el United tiene siete puntos, a ocho del líder, el Liverpool, y ha sido goleado por el propio Liverpool y el Tottenham Hotspur en Old Trafford.

A diferencia de hace cinco años, el United se ha vanagloriado en haber reformado su proyecto a finales del año pasado, cuando en la víspera de la navidad, se confirmó la compra del 27,7 % del club por parte de Jim Ratcliffe, el multimillonario dueño de INEOS. Ratcliffe compró a los Glazer esta participación con la promesa de ocuparse del área técnica y uno de sus primeros movimientos fue traerse al director ejecutivo del Manchester City, Omar Berrada.

Sin embargo, el 4 de julio, antes de que se contratara a Berrada y a Dan Ashworth, director deportivo, el United anunció la renovación de Ten Hag hasta 2026. ¿Se consultó a estos dos hombres? Lo confirmaron ellos mismos: "Esa fue una decisión que se tomó antes de que nosotros llegáramos", dijeron el 3 de septiembre, cuando tuvieron que respaldar por primera vez al holandés tras el 0-3 encajado ante el Liverpool.

Con mes y medio de temporada, Ten Hag está más fuera que dentro y mientras todos sus rivales dan pasos adelante, ellos solo parecen involucionar y estar estancados en un equipo que, como informó este martes el diario británico "The Times", de no clasificarse a la Champions League por segunda temporada consecutiva tendrán que pagar una multa de 10 millones de libras a Adidas.

Ahora la pelota está en el tejado del entramado de Ratcliffe, que tendrá que tomar la decisión de exhibir que se equivocaron al renovar a Ten Hag o mantenerle y confiar en un milagro. La primera temporada ocurrió, con la clasificación a la Champions y la conquista de la Copa de la Liga -primer título en cinco años-, la segunda también, aunque solo traducido en la FA Cup, y la tercera ya requiere que el milagro sea más sustancial para un club que no gana la Premier League desde 2013, en la última temporada de Alex Ferguson, y que no llega a una final de la Liga de Campeones desde 2011. EFE

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