Cádiz, 1 oct (EFE).- Las misteriosas, e idénticas, desapariciones de dos inmigrantes mientras trabajaban en la campaña de la aceituna en Villacarrillo (Jaén) bajo las órdenes del mismo jefe, centran "Jornaleros: El mal patrón", un documental que, con un formato de 'true crime' social, se sumerge, además de en estos casos sin resolver, en la explotación laboral en la que vivían sus víctimas.
"Este documental rompe estereotipos en un momento en el que parece que se extiende un interés por relacionar a la inmigración con la inseguridad. Aquí vemos una realidad muy distinta: la inseguridad y las condiciones en las que viven en España personas sin las que los productos básicos no nos llegarían a la mesa. Sin ellas no nos llegaría a la mesa el aceite que le ponemos a la tostada cada mañana. Son personas claves para el futuro de la agricultura en nuestro país", dice, en una entrevista con EFE, Sergio Rodrigo Ruiz, el director de la cinta.
"Jornaleros, El mal patrón", que se estrena este martes en el festival de Cine Documental de Cádiz Alcances, dentro de la Sección 'La mirada andaluza', repasa las desapariciones idénticas, salvo por los siete años de tiempo que pasaron entre una y otra, de dos de esos temporeros, dos casos que siguen en las carpetas de casos no resueltos de la Guardia Civil.
"Ambos fueron a reclamar al jefe algo y ya no se les volvió a ver, se les perdió la pista", cuenta el director de este documental en el que uno de los compañeros de los jornaleros afirma: "Aquí lo que hay es una esclavitud moderna".
Primero desapareció Tidiany Coulibaly, de 23 años y originario de Mali. Fue en diciembre de 2013. "Él era temporero y se desplazaba, como la mayoría, de la campaña de la aceituna en Jaén a la de frutos rojos en Huelva, y a veces a otras en Girona. En 2013, era la tercera campaña de aceituna que hacía en Villacarrillo, el mayor exportador de aceite de oliva del mundo, para Ginés V.L., su patrón.
Tidiany Coulibaly desapareció tras quedarse a solas con su patrón, al que había ido a ver para pedirle que le pagara lo que le debía porque no estaba de acuerdo con las condiciones de trabajo que imponía. Cientos de temporeros se manifestaron en el pueblo para exigir una investigación.
Ginés V. L., cuyo ADN fue identificado en unas orejeras del desaparecido que se hallaron, fue juzgado en 2016 por la desaparición, pero fue absuelto por falta de pruebas. Fue condenado a dos años y medio de cárcel, así como al pago de multas de hasta 11.400 euros por explotación laboral y defraudación de fluido eléctrico, además de un delito contra la Administración de Justicia.
Su desaparición se sigue investigando bajo secreto de sumario. En las últimas pesquisas conocidas agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil registraron la casa, un garaje y varias propiedades del patrón y, el año pasado, dos pozos, en busca de su cadáver.
El periodista Sergio Rodrigo (Málaga 1988), al frente de la productora EntreFronteras, y que ha firmado como director el documental "Paralelo 35º 50", sobre la frontera oculta entre España y Marruecos, y como subdirector ""Operación Brooklyn", sobre la "patera aérea" que llegó a Mallorca, ha realizado ahora "Jornaleros: El mal patrón", una cinta que partió de una investigación periodística sobre las desapariciones de jornaleros.
Guardias Civiles, jueces, fiscales y abogados participan en este documental, que también visibiliza la lucha de familiares de los dos jornaleros desaparecidos que "siguen en España pidiendo justicia" y esperando que los cuerpos sean hallados.
"La Guardia Civil ha hecho un trabajo increíble, como haría con cualquier otra persona que desapareciera. Han buscado sus cadáveres con radares, con perros ... se ha implicado de forma radical en conseguir pruebas y han practicado numerosas diligencias", explica el director.
Pero, de momento. no ha conseguido su objetivo. Mientras, su patrón "sigue haciendo su vida normal".
Sergio Rodrigo cree que en estos años las situaciones de explotación laboral de jornaleros en el campo andaluz "siguen ocurriendo".
"Patrones como el de Tidiany Coulibaly e Ibrahima Dioufque no son la mayoría, pero siguen existiendo y campando a sus anchas, explotando a los más vulnerables. Se han tomado medidas, hay más inspecciones de Trabajo y los ayuntamientos se han encargado de, por ejemplo, facilitar alojamiento a los jornaleros porque saben que les necesitan. Pero la precariedad y la explotación siguen presentes en el campo andaluz", asegura el periodista. EFE
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