Brasil aún espera respuesta a petición de postergar normativa europea sobre deforestación

Brasil solicita a la Unión Europea la suspensión de la normativa sobre "deforestación importada", que entra en vigor en diciembre y es cuestionada por sectores exportadores y por el gobierno brasileño

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Brasilia, 1 oct (EFECOM).- El Gobierno brasileño aún no ha recibido respuesta a la solicitud presentada a la Unión Europea (UE) para que que se suspenda la entrada en vigor de una normativa que pretende evitar la llamada "deforestación importada", según han dicho a EFE este martes fuentes oficiales.

La petición se presentó el pasado 12 de septiembre y, según dijo entonces a periodistas el ministro de Agricultura, Carlos Fávaro, Brasil puso plazo hasta este 1 de octubre para recibir una respuesta que aún no ha llegado, antes de estudiar "otros mecanismos" frente a una medida que consideró "unilateral y punitiva".

La carta entregada a las autoridades comunitarias, a la que ha tenido acceso EFE, no cita sin embargo el plazo mencionado por el ministro, pero sí sostiene que la nueva normativa europea, que entrará en vigor a fin de año, es "un motivo de preocupación para diversos sectores exportadores y para el Gobierno brasileño".

Según el documento, "medidas unilaterales coercitivas y punitivas minan la confianza en las contribuciones nacionalmente determinadas, cuando son utilizadas como justificativa para la imposición de barreras comerciales".

En la misiva, el Gobierno brasileño también se ha declarado "dispuesto a explorar, bilateralmente y en los foros regionales e internacionales apropiados, formas de intensificar la cooperación Brasil-UE para la preservación de las selvas", que es un compromiso "irreductible" del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

La normativa comunitaria, aprobada en 2023 y que entrará en vigor el próximo diciembre, pretende evitar que las importaciones de la UE de ciertas materias primas y productos derivados sean producto de la deforestación en origen.

Además, establece que los exportadores deberán cumplir unos complejos procedimientos de verificación para comprobar que su producción no proviene de áreas desforestadas.

Una preocupación similar a la expresada por Brasil han manifestado también otros países, como Canadá, Estados Unidos, China, Australia o Nueva Zelanda, y hasta organizaciones europeas, como Eurocomerce, patronal del comercio minorista y mayorista. EFECOM

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