Bruselas, 30 sep (EFECOM).- El exprimer ministro italiano Mario Draghi ha dicho este lunes que la Unión Europea no puede adoptar políticas proteccionistas como las aplicadas por Estados Unidos o China puesto que le perjudicarían, pero ha abogado por subsidiar industrias europeas que afrontan una competencia desleal de otras potencias como las tecnologías limpias.
"No podemos construir un muro proteccionista. No podemos y no seríamos capaces de hacerlo incluso si quisiéramos, porque nos perjudicaríamos a nosotros mismos", ha afirmado Draghi en una conferencia en el centro de estudios Bruegel sobre su reciente informe del futuro de la competitividad europea.
El expresidente del Banco Central Europeo (BCE) ha recordado que la economía europea es "la más abierta" del mundo, ya que un 50 % de su PIB procede del comercio, frente al 27 % en Estados Unidos y al 37 % en China, lo que la convierte en "la más vulnerable a violaciones de la igualdad de condiciones (de competencia) y a las represalias".
En este contexto, ha considerado que Europa debería tener como "prioridad" que se revisen y vuelvan a respetarse las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), y centrarse en restablecer la igualdad de condiciones de competencia con otras potencias en sectores concretos.
"La competencia en el extranjero está impulsada por la innovación, pero también por subsidios, políticas industriales, propiedad estatal y otras prácticas. Y deberíamos mirar con precaución a cómo restablecer la igualdad de condiciones", según el italiano.
Si bien ha argumentado que "la primera línea de defensa" europea debería ser impulsar su propio crecimiento e innovación, y "no los aranceles ni los subsidios", Draghi ha considerado que la UE sí tiene motivos para apoyar con ayudas públicas sectores como los de las tecnologías limpias o las industrias de intenso uso energético.
En primer lugar, porque existe competencia desleal, pero también por "razones estratégicas" para evitar que se repita la situación de dependencia de países que pueden tornarse en enemigos, como se vio con la guerra de Rusia en Ucrania, ya sea para obtener energía renovable, materias primas críticas o bienes presentes en toda la línea de producción como acero, aluminio, químicos o cemento.
La clave está en cómo se diseña este apoyo, ha destacado el italiano, quien en el caso de las industrias de intenso consumo energético aboga por que se ayude a la descarbonización, pero condicionado a cumplir ciertos objetivos en un periodo concreto.
En general, Draghi ha defendido que, para lograr sus objetivos y ser competitiva en la escena global, la UE necesitará inversión pública europea, no solo privada, puesto que buena parte de la financiación debería dirigirse a "bienes públicos" que tradicionalmente han sido "infrafinanciados" por el sector privado.
Usando datos de la Comisión Europea, su informe cifra en 800.000 millones de euros las necesidades de inversión anuales, una estimación que el italiano ha calificado de "conservadora" y en la que la aportación pública, ha indicado, podría reducirse si la UE aplica reformas enfocadas a aumentar su productividad e integrar su mercado único.
"Si hacemos reformas, la productividad aumentará y este aparente drama político muy difícil de tener que financiar esto tomaría dimensiones más realistas", ha opinado.
Draghi ha insistido en que hará falta financiación común europea, ya sea con la emisión de deuda u otras fórmulas, puesto que ni el presupuesto comunitario ni los presupuesto nacionales tienen el espacio fiscal necesario para ello, pero ha subrayado que este no es el pilar esencial de su receta para impulsar la competitividad. EFECOM