Vigo, 29 sep (EFE).- Míchel Sánchez, entrenador del Girona, calificó de “partidazo” el duelo entre su equipo y el Celta en Balaídos, en el que “lo peor”, puntualizó, fueron las lesiones de Oriol Romeu y Daley Blind.
“Ha sido un partidazo. Le he dado la enhorabuena al entrenador del Celta porque aquí han dominado a todo el mundo y a nosotros no nos han podido durante todo el partido. El Celta hace muchas cosas bien. Me voy contento con el rendimiento del equipo, no por el resultado. Somos un equipo que sin balón sufre, pero hoy hemos defendido bien durante muchos minutos y defender a este Celta no es fácil”, manifestó.
En su comparecencia ante los periodistas, el técnico madrileño lamentó que el gol de Iago Aspas llegara cuando “mejor” estaba su equipo, sobre todo porque los cambios le habían dado “mucha energía”.
Míchel espera que el Girona sea capaz de “mantener” el ritmo de juego exhibido en Balaídos e incidió en que necesita “finalizar mucho más” para terminar de ser el equipo que él quiere.
“Las dos malas noticias del partido fueron las lesiones. Oriol sufrió un pinchazo y tengo la sensación de que la lesión puede ser algo más de un partido. A Daley se le cargó el gemelo, no sabemos si es un pinchazo. Son bajas importantes porque necesitamos a todo el mundo”, comentó. EFE
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