La labor humanitaria del buque Mastelero de Salvamento Marítimo

El buque Mastelero de Salvamento Marítimo, con base en Almería, se dedica a la salvaguarda de vidas en el mar, realizando remolques y combatiendo incendios en aguas del mar de Alborán

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Miguel Martín Alonso

Almería, 29 sep (EFE).- El buque Mastelero de Salvamento Marítimo es un remolcador de altura de Salvamento Marítimo que opera en la zona del mar de Alborán y tiene como puertos de referencia los de Motril (Granada), Málaga y Almería, con una prioridad: la salvaguarda de la vida humana en el mar.

En declaraciones a EFE, el capitán de la embarcación, Tomás Tejedor, subraya que la prioridad de toda flota de este organismo es la “salvaguarda de la vida humana en el mar” y también este buque está preparado para realizar remolques de grandes buques de gran porte.

“En esta zona hay un tráfico marítimo muy grande de buques que llevan todo tipo de mercancías: petroleros, gaseros, buques de pasaje… Cuando uno de ellos sufre una avería, lo que hacemos es posicionarnos para darle remolque antes de que entren en aguas jurisdiccionales españolas, para que no pase, por ejemplo, lo que ocurrió con el ‘Prestige’”, explica.

Además, los efectivos de Salvamento están preparados para la lucha contra incendios y el SAR Mastelero cuenta con dos cañones que pueden soltar 1.500 m³ de agua por hora y lanzarlos a una distancia de unos cien metros.

Tras subir la escala y acceder a la cubierta, el capitán se encuentra allí con el contramaestre Jorge, quien lleva el mantenimiento, prepara los equipos y organiza todo para que las dos máquinas de remolque y la grúa puedan funcionar a pleno rendimiento.

En el interior del barco, el capitán puede acercarse a la cocina, donde Adrián elabora la comida del día. Y es que los once miembros de la tripulación no podrán dejar este barco mientras dure su guardia, que en este caso concluirá el 30 de septiembre.

Poco después llega a las tripas del SAR Mastelero, y en la cámara de control de la sala de máquinas se encuentra con Marcos, el engrasador, el electricista Antonio y al jefe de ambos. Son los responsables de que nada falle en este punto vital, en los controles principales, en el cuadro eléctrico o en cualquier otro elemento del barco.

Ya en el puente de mando están Eric y Borja, primer y segundo oficial, que junto al capitán organizan todo lo necesario para actuar en una amplia zona. Por ejemplo, solo desde Almería hasta la isla de Alborán hay unas 100 millas náuticas.

“Una vez que nos activan desde la torre de Salvamento Marítimo, el barco tiene que estar navegando en 20 minutos.Tenemos una capacidad de navegación de unos dos meses, aproximadamente. El nuestro es un remolcador de altura de 40 metros de eslora y 900 toneladas de registro bruto”, abunda el capitán.

De las emergencias de los últimos años, Tejedor destaca la del reflotamiento del Turia, un buque de la Armada "que cayó en Murcia, en la zona de la manga del Mar Menor y se hizo un salvamento muy bueno. Tras cinco años de reparaciones lo acaban de volver a poner en servicio”, revela.

En un incendio hace dos años en el muelle del puerto de Motril ardió un cargamento y el buque Mastelero estuvo casi veinte 20 horas echando agua hasta que se apagó. El año anterior realizó un cargamento de chatarra al arder una bodega de un mercante y de esa forma se evitó que el barco se hundiera, recuerda el capitán.

A pesar de la relativa juventud de Salvamento Marítimo, el capitán sostiene que gracias a esta flota “España tiene las costas, los mares y su zona de búsqueda y rescate protegidas, porque tiene "aviones, helicópteros, torres, buques que son de lo mejor que hay a nivel europeo".

Según Tejedor, “se ha creado una vocación de servicio. Se habla mucho de los rescates de pateras, pero cuando se produjo en las costas de Galicia el accidente del ‘Prestige’, hizo que España se volcase en la protección de la vida humana y del medio ambiente en el mar, y eso al final crea una vocación”. EFE

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