Presidente Parlamento balear dice tras declarar que "sería una gran sorpresa" que la denuncia no se archivara

Guardar

El presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, se ha mostrado este viernes "contento" de poder declarar ante el juez de instrucción que le investiga por delito de odio y ha mantenido que sería sorprendente que la denuncia por romper las fotos de Aurora Picornell y las Rojas del Molinar no se acabara archivando. La segunda autoridad de Baleares se ha pronunciado de este modo ante los medios poco después de declarar en el Juzgado de Instrucción 1 de Palma. Le Senne, según él mismo ha relatado, ha explicado el juez lo mismo que explicó cuando compareció en el pleno del Parlament. "Rompí accidentalmente un folio y eso es todo. Todos lo vieron. Ya pedí disculpas por lo inapropiado que fue rasgar el folio, pero creo que acerté en la aplicación del reglamento", ha señalado. Preguntado por la imagen de un presidente de la Cámara autonómica declarando en un juzgado y por la posibilidad de que dimitiera si finalmente acabara condenado, Le Senne ha asegurado que "espera no ver eso" y que sería "una gran sorpresa", refiriéndose a "su humilde opinión de abogado". "Vamos paso a paso", ha apuntado. Gabriel Le Senne ha reiterado así que a su parecer se trata de un debate político aunque ha admitido el derecho de las otras partes a iniciar las medidas legales que consideren oportunas. "Confío en la acción de la justicia y quedará en nada", ha añadido. El presidente de la Cámara autonómica ha expresado su confianza en que el procedimiento acabe pronto "para poder dedicarse a cosas más serias, que es lo que esperan los ciudadanos". Gabriel Le Senne ha comparecido este viernes en los juzgados de Vía Alemania de Palma en calidad de investigado por un presunto delito de odio a raíz de las denuncias presentadas por los colectivos 'Memoria de Mallorca' y 'Estimada Aurora', así como por las familias de Aurora Picornell y Antònia y Maria Pascual. A las 11.30 horas está prevista la comparecencia, en calidad de testigo, de la vicepresidenta segunda del Parlament, la socialista Mercedes Garrido, de cuyo ordenador Le Senne arrancó las fotos durante el pleno que debatía la toma en consideración de la derogación de la ley de memoria democrática.

Guardar