Juana Macías basa su película "Las chicas de la estación" en los abusos reales de Mallorca

La película "Las chicas de la estación" aborda los abusos a menores en centros de acogida, inspirada en un caso real en Mallorca y la vida diaria de las afectadas

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San Sebastián, 27 sep (EFE).- La cineasta Juana Macías ha apostado por ficcionar en 'Las chicas de la estación', su sexto largometraje, un drama real que se siente impelida a denunciar: los abusos y la desprotección que sufrieron un grupo de menores tuteladas en un centro de acogida, precisamente cuando más cuidados necesitaban.

El punto de partida de la película, ha explicado la directora en una entrevista con EFE, fueron las noticias en torno a la violación de una menor tutelada en Mallorca en 2019, que destapó una red de proxenetas y explotación en las Islas Baleares.

"Pero mi idea no sólo era contar esto, sino mostrar cómo es la vida de estas chavalas en los centros, cómo es su día a día, cómo es la mochila con la que cargan, por qué han tenido que salir de sus familias: hacer una radiografía y ver qué es lo que pasa ahí", señala Macías, que hoy presenta su película, participada por RTVE, en el marco del Festival de Cine de San Sebastián.

En el proceso en el que la directora de 'Planes para mañana' preparaba el guion junto a Isa Sánchez, la realidad que estaban descubriendo les motivó a "dar voz a estas chicas y hacer visible lo que les está pasando. Si estás atenta -advierte la directora madrileña-, cada dos o tres meses ves que surgen noticias similares en muchos sitios".

'Las chicas de la estación' comienza con las imágenes brutales de dos criaturas desdibujadas que tienen sexo con hombres mucho mayores que ellas en unos sucios cuartos de baño; al poco, un billete de 20 euros sobrevuela la pantalla.

"No se habla de esto pero está ahí, lo que pasa es que es incómodo de mirar. De alguna manera, una película te permite empatizar un poco más con los personajes, trascender los hechos y ver a las personas", considera la realizadora, Goya a los 28 años por su corto 'Siete cafés a la semana'.

Con crudeza, y sin sensiblería, Macías muestra a través de Jara, Álex y Miranda (las debutantes Julieta Tobío, Salua Hadra y María Steelman, respectivamente) el retrato desgarrador de una situación que las chicas viven con un determinismo que hiela la sangre.

"¿Qué es lo que ha pasado en sus vidas para que normalicen cosas que a todos nos parecen terribles?", se pregunta Macías, golpeada por una de las frases que pronuncia Jara y que sale de las cientos de entrevistas que hicieron para documentar el guion: "Me han hecho cosas peores sin pagarme".

"Bueno, esto explica muchas cosas", dice Macías, habla de familias desestructuradas, de infancias rotas y de chavales desorientados y solos a los que el sistema no logra proteger, pero también "hay algo que nos interpela como sociedad, porque estamos hablando de menores que deberían estar en un entorno seguro y es ahí donde se produce el abuso. Hay una responsabilidad social, no solo de la administración, sino de la sociedad", considera Macías.

Y aún más, añade, "lo importante es que se ponga el foco no tanto en el sistema de protección, que ya sabemos que tiene muchos fallos, sino en los abusadores".

"Esos -dice- que están en todos los estratos sociales, y en todas las profesiones, como estamos viendo en el caso de Francia. Convivimos con esto y eso es lo que creo que no hay que tolerar".

'Las chicas de la estación' cuenta sin tapujos cómo las chicas, que solo se tienen las unas a las otras, no siempre se ven abocadas a ceder a los abusos; también hay ratos de rebeldía, que la directora no intenta justificar, como el hecho de empeñarse en conseguir a toda costa dinero para ir al concierto de una rapera.

A veces, quieren dinero "fácil"; muchas otras no encuentran otra manera de manejar su vida. Y, por supuesto, nunca denuncian.

Tampoco se suavizan los escasos recursos de los centros, ni el cansancio de alguno de los tutores que hacen lo posible por los chicos, con todo su cariño, a pesar de lo difícil que es lograr su integración. La película llegará a las salas el próximo 22 de noviembre. EFE

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