Berlín, 26 sep (EFECOM).- Los cinco principales institutos económicos alemanes revisaron a la baja sus previsiones para el año en curso y prevén con una contracción del 0,1 % que la economía alemana no salga de la recesión con la que cerró 2023, cuando en sus pronósticos de primavera todavía contaban con un crecimiento del 0,1 % para 2024, según su análisis conjunto publicado este jueves.
Para los dos próximos años, los institutos prevén una débil recuperación con un crecimiento del 0,8 % en 2025, frente al 1,4 % pronosticado en primavera, y del 1,3 % en 2026.
"Además de la debilidad económica, también el cambio estructural está lastrando la economía alemana", dijo Geraldine Dany-Knedlik, jefa de previsiones y política económica del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW Berlín), en una rueda de prensa.
"La descarbonización, la digitalización, el cambio demográfico y probablemente también una mayor competencia con las empresas procedentes de China han desencadenado procesos de ajuste estructural que están mermando las perspectivas de crecimiento de la economía alemana" a largo plazo, añadió.
La economía alemana lleva estancada más de dos años; este año, el crecimiento económico repunta ligeramente a principios de año, pero vuelve a contraerse en el segundo trimestre, señaló.
Es probable que en los próximos trimestres se inicie una recuperación gradual, "pero el crecimiento económico no volverá por el momento a la tendencia anterior a la pandemia", advirtió.
Esto se refleja también en el hecho de que el PIB potencial se ha revisado repetidamente a la baja desde la pandemia, situándose este año casi un 4 % por debajo del previsto en 2019, dijo.
La razón principal de esta revisión a la baja de los pronósticos de crecimiento es que la recuperación de la industria será más débil de lo previsto en primavera.
El crecimiento potencial también está disminuyendo debido al menor crecimiento de la productividad y a la reducción de la mano de obra y en 2029 se situará ligeramente por debajo del 0,4 %.
Así, la infrautilización de la capacidad económica volverá a aumentar en el año en curso y sólo en los próximos dos años se irá cerrando gradualmente la brecha de producción.
Este nuevo aumento de la infrautilización o la fase de debilidad económica también están teniendo repercusiones en el mercado laboral, sobre todo en las cifras de desempleo, que crecen de forma lenta pero constante desde principios del año pasado, principalmente en la industria manufacturera.
Aun así, el mercado laboral en su conjunto sigue siendo sólido, ya que el empleo continúa aumentando, aunque a un ritmo bajo y principalmente en el sector público y otros servicios, y es probable que siga creciendo en los próximos años.
En el marco de la lenta recuperación, los institutos prevén que la tasa de desempleo se mantenga en el 6 % en el año en curso y el próximo, antes de bajar al 5,7 % en 2026.
La recuperación también se verá apoyada por una inflación consistentemente baja, que reforzará el poder adquisitivo de los hogares, con un aumento del índice de precios al consumo del 2,2 % en el año en curso y del 2 % en los próximos dos.
Además de los factores de riesgo económicos mundiales un riesgo económico para la economía alemana es el aumento de la incertidumbre política, que podría crecer aún más, y la preocupación por la posible incapacidad de actuación de la coalición de Gobierno entre socialdemócratas, verdes y liberales, formaciones que "persiguen obviamente objetivos diferentes", advirtió. EFECOM
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