El Casademont Zaragoza se aferra a los cambios para variar la dinámica de los últimos años

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Zaragoza, 26 sep (EFE).- El Casademont Zaragoza se aferra a la remodelación de su plantilla con respecto a la pasada temporada para intentar mejorar y cambiar una dinámica que en las últimas campañas le ha mantenido atado a la parte baja de la clasificación y que le ha hecho sufrir para mantener la categoría.

Desde la dirección técnica y el entrenador se ha intentado dar un giro de tuerca para evitar que se repita la historia y elevar las miras para poder acercarse a los puestos que dan derecho a jugar la Copa del Rey o las eliminatorias por el título y soñar con estar entre los mejores.

Para ello se ha incorporado a seis nuevos jugadores, además de poder contar definitivamente con el cubano Yoanki Mencía que el año pasado jugó de forma intermitente por ocupar plaza de extranjero, un jugador de que destaca por su físico.

En la base se ha apostado por la experiencia del internacional italiano Marco Spissu (29 años), un director de juego clásico que ha sido máximo asistente de la Liga de Campeones y que sería el contrapunto al juego vertical y eléctrico del canadiense Trae Bell-Haynes, un jugador fundamental en ataque.

Como escolta ha contratado al veterano (37 años) AJ Slaughter. Nacido en Estados Unidos y nacionalizado polaco es un trotamundos que ha jugado en numerosas ligas siendo su última estancia en el Gran Canaria, en el que jugó entre 2021 y 2024.

Con él, el club busca puntos y asumir responsabilidades cuando el balón quema. En sus 149 partidos en ACB ha anotado una media de 11.8 puntos con un 48.8 % de acierto en tiros de dos puntos y 37.3 en triples.

Otro veterano, éste llamado a ser la estrella del equipo es Bojan Dubljevic (32 años), jugador que no necesita presentación. El montenegrino, que jugó once temporadas en el Valencia, ha sido la gran apuesta del Casademont Zaragoza para concitar la atención de sus aficionados y como banderín de enganche para la temporada que está a puntos de comenzar. La única incógnita es si los problemas físicos por los que ha atravesado le van a permitir volver a ser el 'Dubi' de siempre.

Las otras tres incorporaciones son de jóvenes que deben aportar energía e ilusión: Jilson Bango, Jaime Fernández y Joaquín Rodríguez.

El pívot angoleño Jilson Bango (25 años y 2.08 metros) es una apuesta por el baloncesto físico del que carecía el equipo y del que siempre se había resentido. Procede del Löwen Braunschweig alemán donde ha estado dos temporadas y ha promediado 13.7 puntos y 7 rebotes. Posee una gran capacidad atlética que le ha hecho ser el máximo taponador, cuarto mejor reboteador y cuarto jugador más valorado de la competición germana.

Jaime Fernández (24 años), ala-pívot de la cantera del conjunto maño que debutó en ACB en la temporada 2017-18 y que ha jugado en diversos equipos de la LEB Oro, es una apuesta por recuperar a un jugador que apuntaba muy alto pero cuya trayectoria no ha avalado esa previsión, aunque el club confía en que esta pueda ser la temporada en la que dé el salto de calidad que se esperaba de él.

El último fichaje es otra apuesta de futuro, el escolta uruguayo Joaquín Rodríguez (25 años), un jugador que fue una de las sensaciones de la LEB Oro la pasada temporada en el Betis donde promedió 14.2 puntos, 4.4 rebotes y 3.5 asistencias para 14.7 de valoración.

Junto a ellos estarán los que permanecen de la pasada temporada: el capitán Santi Yusta, un jugador destinado a ser importante y con peso específico en el equipo, los jóvenes Miguel González y Lucas Langarita, de los que se espera que con una temporada más hagan aflorar sus virtudes y el ala-pívot bosnio Emir Sulejmanovic, un jugador de 28 años con una larga carrera, la mayor parte en equipos españoles y que está siendo uno de los más destacados de la pretemporada, no solo en el aspecto defensivo, que es una de sus mejores virtudes sino también en el ofensivo.

El equipo maño ha confeccionado una mezcla de veteranía que aporte poso, serenidad y experiencia para los momentos difíciles y de juventud que debe poner energía, desparpajo y el talento que se presume para empujar y ganarse un sitio en el equipo.EFE

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