París, 25 sep (EFECOM).- La OCDE ha mejorado de forma notable sus previsiones de crecimiento económico para Brasil este año, hasta el 2,9 %, gracias al impulso de la demanda interior, y también lo ha hecho, aunque en menor medida el año próximo, hasta el 2,6 %.
En su informe interino de Perspectivas publicado este miércoles, la Organización para la Cooperación Económica (OCDE) revisa al alza en un punto la cifra de 2024, con respecto a la que había anticipado en mayo pasado, y en cinco décimas la de 2025.
Una de las explicaciones que da es que la sólida dinámica económica que se había observado en el primer semestre de este año debería mantenerse en parte gracias al incremento del gasto público.
Sobre la inflación en Brasil, la organización cree que apenas se va a moderar, ya que del 4,6 % de media en 2023 sólo va a disminuir al 4,4 % en 2024 (cuatro décimas más de lo augurado hace cuatro meses) y un 4 % en 2025 (siete décimas más).
De hecho, Brasil es, con México, el país que marca la excepción dentro del G20 a la tendencia general de la disminución de la inflación gracias sobre todo a los alimentos y la energía.
En esos dos países latinoamericanos, la depreciación de sus monedas ha paralizado ese movimiento.
En cualquier caso, Brasil es el país del G20 que publica datos en el que más han crecido los salarios reales desde el último trimestre de 2019, es decir, desde antes de que estallara la crisis del coronavirus.
En ese tiempo, los salarios han aumentado casi un 6 % más que la inflación, y esa subida se ha producido desde mediados de 2023, por tanto en el último año.
La depreciación del real también ha inducido un aumento de los ingresos por exportaciones, pero la otra cara de la moneda es que se han incrementado los costos del servicio de la deuda en dólares.
La OCDE indica, con carácter general, que conforme disminuya la inflación y se atenúen las tensiones en el mercado laboral, será necesaria una caída de los tipos de interés, pero con un calendario adaptado a las condiciones de cada país.
Esas rebajas de tipos en las economías avanzadas, y sobre todo en Estados Unidos, ofrecen márgenes de maniobra en los mercados emergentes.
Sin embargo, los autores del informe avisan de que en algunos casos el proceso de reducción del precio del dinero podría tener que invertirse al menos temporalmente para garantizar la estabilidad de precios, "como en Brasil, donde el crecimiento y la inflación han sido más fuertes de lo previsto". EFECOM
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