(Corrige en el tercer párrafo de la NA3073 el título del documental)
Ana Burgueño
San Sebastián, 25 sep (EFE).- La actriz Carmen Chaplin buscó siempre su propio camino, con un decidido empeño de "arreglárselas" sola y "salir adelante" por sí misma, hasta que entendió que "no está mal andar por las huellas de la gente que había estado ahí" antes que ella.
El resultado de esa convicción a la que llegó con los años es el documental que explora los orígenes romaníes de su abuelo, el gran Charles Chaplin, y que se presenta este miércoles en el Festival de San Sebastián.
"Chaplin. Espíritu gitano", que participa en la sección Zinemira del certamen donostiarra, es una producción entre España, Reino Unido y Países Bajos, con guion de Ashim Bhalla, Isaki Lacuesta, Amaya Remírez y la propia Carmen Chaplin, hija de Michael, el segundo de los ocho hijos del cineasta, y de Oona O'Neill, 36 años más joven que su marido.
La génesis de este proyecto está en una carta, cuya existencia se desveló hace más de una década, en la que un hombre llamado Jack Hill revelaba a Charles Chaplin -quien nunca tuvo partida de nacimiento- que no había nacido en Londres, sino en el Black Patch (mancha negra), un extenso campamento gitano situado en Smethwick, a las afueras de Birmingham.
Esa misiva, en la que Hill le llamaba "mentiroso" y que el artista había guardado bajo llave en el cajón de una mesita de su casa de Suiza, fue hallada por su hija Victoria años después del fallecimiento de su madre, que murió en 1991 tras sobrevivir 14 años a Chaplin.
Significaba que Chaplin tenía un cuarto de raza gitana y no un octavo como un día confesó a su hija mayor, Geraldine, sin ahondar mucho más en ello, cuenta la actriz en esta película.
"A Michael, mi padre, siempre le había fascinado la cultura gitana, la música, la gente. Sabía instintivamente que había algo gitano en él, y algo más se despertó con la carta. Eso fue el punto de partida para él, para explorar todas las pistas sobre el origen gitano de Charlie (Carmen llama así a su abuelo). Y luego fue también mi punto de partida para el documental", explica la actriz y directora en una entrevista con EFE.
Puntualiza que, sin embargo, el filme pasó pronto a convertirse en una historia acerca de Charlie y de la relación con su hijo Michael.
"Eso fue creciendo a medida que rodábamos. Y además yo quería honrar a Hannah, a mi bisabuela, porque era la parte artística de Charlie Chaplin. Él nunca habría sido un mimo ni un narrador tan completo si no hubiera tenido a una madre como ella", dice la bisnieta sobre esta cantante de music hall que, según Hill, parió a su célebre hijo en la caravana de una reina gitana del Black Patch.
Michael habla de la difícil relación con su padre, de un Chaplin que a veces le daba miedo por sus "explosiones" de enfado. Se fue de casa a los 16 años con un dinero que le dio Oona y durante un tiempo sus padres no supieron nada de este chico rebelde que se casó a los 17 años, tuvo dos hijos, se divorció y más tarde se unió a la pintora Patricia Betaudier, con la que tuvo cinco hijos más, entre ellos Carmen.
Carmen Chaplin cree que, "de la misma manera que para una chica es muy difícil ser hija de una gran actriz, para un chico lo es ser de un gran actor".
"También tiene que ver con las edades. Mi tío Sidney, hijo de un matrimonio anterior -nació en 1926, veinte años antes que Michael-, era como Charlie, tenía una personalidad tremenda, muy fuerte. Él se comunicaba más fácilmente con su padre, mientras que Michael era muy tímido, introvertido y la comunicación era difícil", relata.
Para la siguiente generación, el apellido Chaplin no es tan pesado. "Hay pesos y hay grandes rayos de luz, enormes rayos de luz. Para mí, como artista, la luz es mucho más grande que la sombra", subraya.
En cualquier caso, el documental muestra cómo ese descubrimiento de su mayor porcentaje de sangre gitana se convierte en una celebración para la familia.
"Para él significaba muchísimo tener sangre gitana y para mí también, hacer la película era honrar esa cultura. Saberlo, me permitió ver las películas que hizo Charlie a través del punto de vista de un artista gitano, de esa inmediatez de vivir, de disfrutar el momento", destaca.
Johnny Depp y el cineasta Emir Kusturika se encuentran entre quienes han participado en este filme, al igual que músicos y artistas gitanos, como la creadora multidisciplinar Lita Cabellut y el bailaor Farruquito, que hablan de una manera de ser gitana.
Un "lado" que los hijos también identifican en Charles Chaplin, como "cuando bebía demasiado vino de Oporto y tocaba el acordeón", recuerdan.
Michael Chaplin es "muy púdico", afirma Carmen. "No habla de su padre a no ser que le pregunten, nunca me habló de su difícil relación, pero no tiene ningún resentimiento, ningún rencor y luchó para que el museo Chaplin de Suiza existiera. Y sí que le gusta mucho la película, eso sí lo sé", remarca. EFE
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