Madrid, 24 sep (EFE).- Más de un centenar de obras de la artista Soledad Sevilla “envuelven” al espectador entre líneas y geometrías, luces y sombras, que recorren su trayectoria desde sus comienzos hasta nuestros días en una exposición inaugurada este martes en el Museo Reina Sofía.
Así lo ha explicado la propia Sevilla en un recorrido de la exposición junto al director del Museo, Manuel Segade, y la comisaria y catedrática e historiadora Isabel Tejeda, con quienes ha compartido detalles de una trayectoria artística que comenzó en los años 60 y, por el momento, acaba con unas obras realizadas este mismo año con motivo de la muestra.
A lo largo de diez salas del edificio Nouvel del museo, los visitantes podrán disfrutar de un centenar de obras entre pinturas, esculturas e instalaciones que componen la exposición “Soledad Sevilla. Ritmos, tramas, variables” que estará abierta hasta marzo de 2025 y con la que el museo rinde homenaje a la artista valenciana.
“Me gusta que la obra envuelva al espectador”, ha explicado la artista sobre el gran formato de sus obras en las que desarrolla una misma idea y sensibilidad a lo largo de toda su carrera dedicada a investigar y evolucionar sobre, como ella misma ha explicado, un solo cuadro.
“Es una teoría que compartimos muchos artistas, que estamos pintando siempre el mismo cuadro, y aunque podría parecer que son diferentes etapas unas y otras, es una unidad que se repite”, ha señalado.
Esa idea de unidad ha sido la base sobre la que ha ideado la exposición la comisaria, quien ha diseñado un trayecto “cronológico y circular” que genera un relato que atraviesa todas las piezas, conectando las últimas con las primeras, “ el módulo, la línea la geometría de Soledad Sevilla, que no es fría sino emocional”, ha explicado la comisaria.
La exposición incluye obras tan emblemáticas como ‘La Alhambra’, con sus luces y sombras, y ‘Las Meninas’, una serie en la que la abstracción geométrica evoluciona hacia un “uso atmosférico y espacial de la línea y la trama” con la que crea una trama que “se va moviendo, que vibra, que marca el espacio; una geometría sensible y emocional”, ha subrayado Tejeda. EFE
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