Barcelona, 24 sep (EFE).- El boxeo español alcanzó un hito histórico en los Juegos Olímpicos de París, donde cortó una sequía de 24 años sin ganar ninguna medalla olímpica desde la plata de Rafael Lozano en Sídney 2000, y por primera vez contó con cuatro cuartofinalistas y se colgó dos metales en una misma edición.
Estos éxitos, precedidos por logros en Europeos y Mundiales, conviven en España con las dificultades que los púgiles afrontan para dedicarse profesionalmente a un deporte minoritario, como explicaron en una entrevista a EFE los boxeadores del equipo olímpico Ayoud Ghadfa, plata en París (+92 Kg), Emmanuel Reyes Pla, bronce (92 Kg), y José Quiles, diploma olímpico (57 Kg).
Desde la redacción de EFE en Barcelona, Quiles (Elda, 1997) remarcó que "para vivir del boxeo amateur en España, primero tienes que estar en el equipo nacional y después empezar a sacar resultados, porque sin resultados no hay becas, patrocinios ni nada".
"En el amateur vivimos bastante bien gracias a la federación y a los patrocinios que hemos podido obtener, pero vivir del boxeo profesional en España es casi imposible. De todos los que hay, vivirán una o dos personas", insistió el púgil alicantino, que en su palmarés cuenta con una plata (Ereván, 2022) y un bronce europeos (Járkov, 2017), entre otros éxitos.
Una opinión compartida por Pla, boxeador de 31 años nacido en Cuba y afincado en A Coruña, que tanteó la opción de combinar el boxeo profesional y el aficionado, antes de aparcar esta idea para centrarse completamente en los Juegos Olímpicos de París.
"Cuando tienes un nombre como amateur y vas a profesional, te piden más dinero para pelear, o a veces no quieren hacerlo y tienes que buscar afuera. El boxeo profesional en España es duro. Los que boxean en profesional tienen que boxear y trabajar, no pueden dedicarse solamente al boxeo", relató Pla, que también es plata europea (Ereván, 2022) y bronce mundial (Belgrado, 2021).
Ghadfa (Marbella, 1998) admitió haber recibido "buenas ofertas" del boxeo profesional, pero remarcó que no quiere "firmar nada sin tener nada seguro" y que, un mes y medio después de terminar su participación en los Juegos Olímpicos de París, "todavía queda tiempo para pensarlo".
"Tengo que tener los pies en la tierra. Es una decisión importante en la vida. No te pasas a profesional con el primero que te prometa que vas a ser una estrella. Igual firmas con él y en dos años no tienes ni combates. Es complicado", argumentó el marbellí, que también es campeón europeo (Belgrado, 2024) y bronce mundial (Taskent, 2023).
Asimismo, Ghadfa destacó que el boxeo es "un deporte que está creciendo gracias a los resultados" del equipo nacional, y esto repercute "un poco en mejoras de patrocinios", pero lamentó que el suyo sea "un deporte minoritario" en comparación con el fútbol o incluso el baloncesto, que tienen "más repercusión y mejores 'sponsors'".
Precisamente, el boxeador andaluz explicó que el éxito de los países del Cáucaso en estas disciplinas (como Uzbekistán, que en París ganó cinco oros en boxeo y tres más entre judo, lucha libre y taekwondo) se debe a que "tienen mucha cultura en deportes de combate y el Estado invierte mucho en los deportistas".
Aunque en España la situación es diferente, Quiles valoró que la "mala fama" asociada históricamente a los púgiles "ha cambiado totalmente" en los últimos años.
"No es como antes, que se tenía la imagen del típico boxeador de calle, tatuado y que buscaba pelea. Gracias al esfuerzo que hemos hecho, esa imagen ha desaparecido. Nos están haciendo cada vez más entrevistas y ven que somos las personas más tranquilas del mundo", apostilló.
Asimismo, Quiles admitió que se quitó "una espinita" al participar en los Juegos Olímpicos de París y confirmó que, tras caer eliminado en los cuartos de final ante el uzbeko Abdumalik Khalokov, quiere volver a competir en Los Ángeles 2028 para "por lo menos conseguir una medalla ya".
"Estoy encabezonado con esto, después de luchar tantos años y quedarme a las puertas", añadió.
En cambio, Ghadfa, el único púgil español que ha logrado una medalla olímpica en la máxima categoría de peso tras caer en la final de +92 Kg ante el uzbeko Bahodir Jalolov, fue todavía más ambicioso y aseguró que "el objetivo es la medalla de oro en Los Ángeles". EFE
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