Bruselas, 24 sep (EFECOM).- La Comisión Europea ha dado este martes luz verde para que el grupo de telecomunicaciones emiratí e& se haga con la operadora neerlandesa PPF Telecom, a excepción de su negocio en Chequia, pero fijó condiciones para evitar que los subsidios que recibe la emiratí distorsionen la competencia en Europa.
Bruselas abrió en junio pasado una investigación por sospechar que e&, controlada por un fondo soberano de Emiratos Árabes Unidos, habría recibido subsidios de este país que podrían distorsionar el mercado interior europeo al facilitar la adquisición del negocio de PPF Telecom en todos los países en que está activa salvo República Checa (Bulgaria, Hungría, Eslovaquia y Serbia).
Las pesquisas han concluido que, efectivamente, el grupo emiratí se benefició de subsidios extranjeros, en particular una garantía estatal ilimitada.
Pero estos no provocaron efectos negativos sobre la competencia durante el proceso de adquisición, ya que e& era el único postor y tenía recursos propios suficientes para acometer la compra de PPF, ha informado la Comisión Europea en un comunicado.
Sin embargo, las autoridades comunitarias determinaron que estos subsidios sí podrían haber llevado a una distorsión en el mercado interior europeo tras la transacción, puesto que los subsidios extranjeros habrían "mejorado artificialmente" la capacidad de la entidad fruto de la fusión.
En concreto, le habrían permitido hacer inversiones y expandir sus actividades más allá de lo que hubiera sido posible para una entidad equivalente en ausencia de subsidios, con lo que habrían minado la igualdad de condiciones frente a otras empresas del mercado.
Para evitar este efecto, el Ejecutivo comunitario ha aceptado los compromisos propuestos por la emiratí, que consisten, en primer lugar, en eliminar la garantía estatal ilimitada de la que se habría beneficiado e&.
Asimismo, el fondo soberano emiratí y e& tendrán prohibido financiar actividades de PPF en el mercado de la Unión Europea, salvo en ciertas excepciones para actividades fuera de la UE o financiación de emergencia que estarán, en todo caso, sujetas a la aprobación de la Comisión.
Por último, el grupo emiratí deberá informar a Bruselas de cualquier futura compra, aunque esta no sea una fusión que requiera notificación bajo el reglamento de subsidios extranjeros.
El Ejecutivo comunitario cree que con estas condiciones la operación no perjudicará a la competencia en el mercado europeo, ya que se elimina la garantía estatal, se impide que las compañías emiratíes canalicen subsidios extranjeros a la actividad de la entidad fusionada en el mercado europeo tras la transacción y se concede a la Comisión un mecanismo para supervisar áreas de riesgo.
Los compromisos estarán en vigor durante un plazo de diez años, que puede ser ampliado por la Comisión Europea otros cinco años o incluso por un periodo más largo si las autoridades comunitarias y la empresa emiratí así lo acuerdan.
La operación ha sido examinada en virtud del nuevo reglamento de la UE que, desde 2023, permite que Bruselas analice e incluso vete operaciones si cree que los subsidios de terceros países que reciben algunas de las partes pueden suponer un problema en el mercado europeo.
Este prevé que las empresas tengan que notificar operaciones en la que alguna de las partes o la empresa conjunta tengan en la UE una facturación de más de 500 millones de euros y cuando alguna de las partes haya recibido al menos 50 millones de euros en subsidios extranjeros en los tres años precedentes a la transacción. EFECOM
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