Paula Ortiz: A 'La virgen roja' no la mató una psicópata, sino una fanática

Guardar

San Sebastián, 22 sep (EFE).- Paula Ortiz presenta hoy en el Festival de San Sebastián su quinto largometraje, 'La virgen roja', en el que recrea la corta vida de Hildegart Rodríguez (Madrid, 1914-1933), una insólita muchacha, engendrada y educada para ser 'la mujer del futuro', asesinada por su madre al sentir fracasado su proyecto.

Aunque siempre pareció que Aurora, la madre asesina, era una loca que actuó contranatura, ésta no es la versión que observa la cineasta aragonesa. Según ha explicado en una entrevista con EFE, 'La virgen roja' no es "la historia de una psicópata, sino de una fanática", lo que a su vez la convierte "en una historia política y atávica".

"Como historia alberga un conflicto tan bestia que me parece, a la vez, una parábola de muchas tragedias del siglo XX y un relato extraordinario y único entre una madre y una hija", afirma Ortiz, que estrena su película en la Sección Oficial, fuera de concurso.

Ortiz, que rueda por primera vez con guion de Clara Roquet y Eduard Solá, comenta con EFE que la idea del rodaje partió hace cinco o seis años de la productora María Zamora, Premio Nacional de Cinematografía 2024, pero este personaje ya le obsesionaba desde la universidad, "hace más de veinte años".

"Su historia fue un 'tesoro' -explica-. Todos estudiábamos a Lorca, Buñuel, Dalí y yo no tenía conocimiento de las vanguardias feministas, hasta que me descubrieron a Hildegart y a su madre".

'La virgen roja', se sincera Ortiz, "me ha obligado a explorar algo histórico, real, irresoluble y terrible, y he tenido que meterme en conflictos femeninos oscurísimos: navegar sobre la cara oscura del alma, de las ideas y de la violencia. Eso es algo que yo no había transitado y ha sido muy hermoso hacerlo a través de dos mujeres como ellas en el seno de la República Española".

"Creo que soy una hija más consciente de mi tiempo gracias a Hildegart", afirma la directora.

Basada en hechos reales que ya fueron contados en 1977 por Fernando Fernán-Gómez en la película 'Mi hija Hildegart', 'La virgen roja' cuenta esta misma historia pero no desde la mirada de Aurora, "el monstruo", la encarnación del mal.

"Se trataba de verla desde nuestro contexto y nuestra generación, sin sentirnos arrollados, o filtrados, por la visión de Fernán-Gómez, que surgió en otro momento y con otra visión (...) Curiosamente -agrega Ortiz-, había en nosotros una voluntad de intentar vivir la historia desde Hilde y desde lo que hubiera sido si no la hubiera matado su madre".

Ortiz retrata con asepsia la infancia de una niña que acepta como un juego la brutal, estricta y prolija educación a la que le somete su madre -con cuatro años escribe a máquina y con ocho habla seis idiomas-: mientras toma su baño, la pequeña recita, y opina, sobre teorías de filósofos que ya domina.

A los dieciséis es abogada y escribe encendidos artículos sobre la educación sexual y la contracepción. Cuando acude a una asamblea socialista conoce a Abel Velilla (Patrik Criado), que le abre los ojos al mundo y ella siente la necesidad de huir del control materno. Pero Aurora no está dispuesta a permitirlo.

Protagonizada por unas soberbias Nawja Nimri y Alba Planas, 'La virgen roja' llegará a las salas españolas el 27 de septiembre y después se podrá ver en Amazon Prime.

Añadir, además de las estupendas actuaciones de Pepe Viyuela, como Guzmán, y Aixa Villagrán, como Macarena, la mujer que ayuda en casa, la destacable banda sonora compuesta por Guillermo Galván y Juanma Latorre (Vetusta Morla) que "navega por unas vibraciones subterráneas muy oscuras", entiende Ortiz.

La directora de 'Teresa' (2023) señala, fascinada, lo "inabarcable" de estos personajes y las numerosas 'subtramas' que ha tenido que obviar, como su relación con Gregorio Marañón, o la existencia de ese 'primer ensayo' que fue su sobrino Pepe, pianista desde los cuatro años.

"Todo lo que sale en la película es real", señala Ortiz. De los artículos de Hildegart, sus discursos y los de los compañeros del Partido Socialista-, a los titulares, o la foto que sale al final de la película del funeral auténtico de Hildegart.

"Fue masivo. Era alguien muy significativo, una líder. Realmente fue una 'rockstar', su muerte conmocionó mucho y la gente fue a despedirla con sus libros y con lirios rojos", una flor que abunda en la película y que Ortiz explica por ser una flor simbólica dentro de la República. EFE

aga/msp

(foto)

Guardar