Ana Burgueño
San Sebastián, 22 sep (EFE).- Las esculturas de Eduardo Chillida están repartidas por casi una veintena de países, pero Chillida Leku se erige como un lugar único, el contenedor perfecto de sus obras. En el documental 'Ciento volando' ejerce de espacio-anfitrión para hablar de la vida y el legado del artista vasco.
El filme, que se presenta este domingo en la sección Zinemira del Festival de San Sebastián, se estrenará el 24 de enero de 2025, fecha en la que Chillida cumpliría 101 años, y cerrará así las actividades organizadas con motivo del centenario de su nacimiento.
La actriz Jone Laspiur es quien guía al espectador a lo largo del documental, dirigido por Arantxa Aguirre, que toma el título de una carta que el escultor escribió a su mujer, Pilar Belzunce, en la que le cuenta que ha desechado un proyecto que no le acababa de convencer para intentar hacerlo de nuevo, pues más valía "ciento volando que pájaro en mano".
Es la carta en la que asegura a Pilar que nunca se volverá a separar de ella. "Yo soy yo cuando estoy contigo", le dice a su esposa, con la que emprendió la aventura de Chillida Leku, el viejo caserío situado en Hernani, a pocos kilómetros de San Sebastián, que acabó siendo también una de sus grandes obras y donde Aguirre decidió rodar el documental.
Este filme fue una propuesta que le hicieron para el centenario y que hizo suya por su interés por el creador y por lo que le suponía a esta madrileña volver a sus raíces donostiarras, según explica en una entrevista con EFE.
Al principio se plantearon viajar a Alemania, donde hay esculturas de Chillida en destacados lugares de varias ciudades, y a otros países, pero lo descartó.
"Me vi viajando con el equipo y pensé que no iba a ser interesante hacer este safari de obras de arte. Era mejor quedarnos en el corazón de Eduardo, en el sitio que él eligió para quedarse, donde hay mucha obra, y ahora más al ser el centenario. Me dije: 'Yo no me muevo de aquí'", remarca Aguirre sobre Chillida Leku, donde están enterradas las cenizas del artista, de su mujer y de Joaquín Goikoetxea, que fue el jardinero del museo hasta su muerte.
Tampoco quería a nadie hablando de Chillida a la cámara y por ello optó por Laspiur, Goya a la mejor actriz revelación por 'Ane' en 2021, como interlocutora de los participantes.
"Escogí a Jone porque me interesaba como actriz. La vi en un ejercicio de clase y me pareció que tenía una sensibilidad muy especial. Luego, el milagro fue que había estudiado Bellas Artes en la especialidad de escultura y que su padre era escultor (Asier Laspiur)", relata Aguirre, que también ha dirigido documentales sobre Zurbarán, la actriz Nuria Espert y el bailarín y coreógrafo Maurice Béjart, entre otros.
Para Laspiur, la experiencia supuso adentrarse en "un terreno" que no conocía. "Ha sido un ejercicio muy placentero. Ha sido un regalo porque he podido hablar con personas a las que admiro. A ratos no sabía si estaba o no trabajando".
En Chillida ha hallado, sobre todo, "a una persona muy sensible". "Le he llegado hasta envidiar, también ese tempo que tenía, en contraste con la velocidad que llevamos ahora. Tenía un compromiso absoluto con su práctica, lo tenía clarísimo y lo llevaba hasta el final", destaca la actriz.
Las conversaciones que Laspiur mantiene con responsables del museo, con familiares del creador, con el exdirector del Prado Miguel Zugaza y con los escultores Koldobika Jauregi (fallecido en junio) y Andrés Nagel, entre otros, van perfilando el retrato de un artista enteramente entregado a la creación.
Aguirre asegura que ha descubierto "la profundidad" de su "ignorancia" sobre el artista donostiarra. Creía que sabía algo de Chillida y no sabía nada, y sigo sin saber prácticamente nada. Lo que me ha despertado este documental es ganas de seguir aprendiendo. Es lo que tienen los clásicos, los artistas potentes, que nunca acabas de llegar a ellos", afirma. EFE
ab/crf