Sabadell (Barcelona), 21 sep (EFE).- La CUP debate su futuro como organización en una Asamblea Nacional que culmina el "Procés de Garbí" de reflexión interna, y en la que sus portavoces han criticado a Junts por su negativa a regular los alquileres de temporada pero también la vía pactista de ERC.
La Assemblea Nacional de la CUP, que se celebra en el palacio ferial de Sabadell (Barcelona) con una participación de unos 700 militantes, tiene como finalidad concluir el Procés Garbí de reorientación política y organizativa, después de un ciclo electoral en que esta formación ha sufrido una pérdida de diputados y de concejales en las instituciones.
Uno de los portavoces del Procés Garbí de la CUP, Non Casadevall, ha indicado en una rueda de prensa que el objetivo es "definir la línea estratégica y organizativa para los próximos años", después de "casi un año de debate, en el que esta formación destaca "la transparencia" que ha habido en todo momento.
"Queremos impulsar una nueva etapa focalizada en las necesidades del pueblo catalán y articular un liderazgo popular para retornar el poder a la ciudadanía", ha afirmado Casadevall antes de señalar que la CUP considera que "hay que romper con el Estado español para ganar soberanía y conseguir una Cataluña libre e independiente".
Los portavoces de la CUP en esta Asamblea Nacional han evitado criticar a ERC pero sí que han advertido que "la vía del pacto" con el Estado y con los partidos estatales "está agotada", ante lo cual la CUP apuesta por "la confrontación".
Sobre el debate de la presencia de la CUP en las instituciones, ha destacado que su formación quiere "ocupar los máximos espacios en las instituciones" para ponerlas "al servicio del pueblo".
Consideran que la política institucional catalana "está muy lejos de responder y de dar soluciones a las necesidades y preocupaciones de los trabajadores".
En este punto, Casadevall ha 'cargado' contra Junts "por el episodio vergonzoso" al impedir la tramitación en el Congreso de una propuesta para regular los alquileres de temporada y de habitaciones.
La CUP advierte al respecto que "no es una cuestión de competencias sino de intereses" y que lo que quiere la derecha "es proteger la posibilidad de lucrarse de los que se enriquecen a costa del derecho a la vivienda".
Para los anticapitalistas, lo que hace Junts es "atar el independentismo a una serie de medidas que dan la espalda al pueblo catalán".
En la misma rueda de prensa, Maria Gordillo ha indicado que en la Asamblea se debaten 150 enmiendas que han quedado vivas en la ponencia base y que inciden en diversas cuestiones de estrategia política y organizativa.
Entre estas últimas, figura la que propone que la CUP disponga de un cargo de liderazgo formal, en forma de secretario general del partido, algo que no está claro que vaya a ser aceptado por la mayoría de militantes. EFE
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