¿Es la inmigración el principal 'problema' para los españoles?

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Laura López

Madrid, 21 sep (EFE).- El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), conocido esta semana, revela que la inmigración es la respuesta más repetida cuando se pregunta a los españoles por los principales problemas para el país, por delante de cuestiones como el paro (tercer lugar) o la vivienda (sexto).

Un resultado que los expertos consultados por EFE cuestionan por la forma en que ha sido planteada la encuesta y que animan a analizar teniendo en cuenta el contexto.

El momento en que ha sido planteada esta pregunta -tras un repunte de llegadas irregulares a Canarias-, la polarización política agravada en los últimos años por la llegada de Vox a las instituciones y una cobertura mediática que a menudo sobredimensiona la inmigración irregular son algunos de los factores que explican este resultado.

En primer lugar, el profesor del departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad Pontificia Comillas Juan Iglesias pide prestar atención a los datos.

La inmigración es el primer problema que el CIS sitúa en la lista de preocupaciones de los españoles como resultado de sumar todos los que lo citan como primer (9,4%), segundo (12,8%) y tercer problema (8,2 %) más importante.

Pero Iglesias subraya que el asunto más citado por los encuestados como primer problema de España, con un 12,4 %, son "los problemas políticos en general".

El vicedirector del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Sebastian Rinken, también invita a coger este resultado "con pinzas", ya que este barómetro siempre varía en función del tema que esté más de actualidad, como ocurrió en la época de la covid o cuando se disparó el paro en el país, desplazando otras cuestiones.

La profesora de Ciencia Política de la Universidad Rey Juan Carlos e investigadora del Real Instituto Elcano, Rut Bermejo, lo atribuye, en parte, a lo que denomina el "efecto agosto".

Debido a la ausencia de noticias este mes en ámbitos como la política, los deportes o la justicia, los medios de comunicación prestan más atención a noticias como las llegadas irregulares de migrantes por mar, a menudo potenciando una sensación de alarma o sobredimensionando este aspecto.

Aún más en el momento en que se realizó esta encuesta, justo después de una segunda quincena de agosto en la que las entradas irregulares a Canarias se dispararon, con 3.220 personas.

Además de este contexto, los expertos consultados cuestionan un aspecto en la elaboración de la encuesta publicada por el CIS: esta incluye cuestiones que aluden a la inmigración antes de plantear la pregunta, abierta, sobre los principales problemas para el país.

"¿Cree usted que las desigualdades existentes entre los países pobres y los países ricos son una de las causas que explican el aumento de la población inmigrante en países como España?" es una de estas preguntas.

En opinión de Rinken, el diseño de este cuestionario conlleva una "contaminación" y le hace pensar que sus autores querían "empujar" la cuestión en la tabla a los primeros puestos de preocupaciones, al pulsar lo que él llama ciertas "teclas semánticas" que condicionan las respuestas posteriores, invalidando, a su juicio, el resultado.

Iglesias explica que el contexto político también es importante porque cala en la opinión pública: España había sido siempre una excepción respecto a sus países vecinos en cuanto a las actitudes hostiles hacia la inmigración hasta que, a partir de 2018, irrumpe Vox en el tablero político.

"Normaliza institucional y mediáticamente el discurso antiinmigrante y eso, en España, no había ocurrido antes", analiza este experto.

Pero no solo eso. Con ello, según Iglesias, también se rompe el "consenso" existente hasta ese momento entre los dos partidos mayoritarios -PP y PSOE- de que la inmigración es un asunto estructural y que España necesita trabajadores por razones demográficas y económicas. Estas fuerzas entran en el juego de utilizar este fenómeno como "arma electoral".

Rinken coincide en los efectos de lo que llama la "contaminación política", que en su opinión ha tenido una muestra muy clara en la actual crisis entre el Gobierno central, el de Canarias y el PP en torno a la acogida vinculante entre todas las comunidades autónomas de los menores migrantes no acompañados que llegan a Canarias.

En opinión de este investigador del CSIC, una de las cosas que más "molesta" a la población que sí se muestra desfavorable sobre la inmigración es la sensación de descontrol en las fronteras.

Esto está motivado, en gran parte, por una sobredimensión que, en muchos casos, se hace desde los medios de comunicación acerca de la inmigración irregular que llega por mar, que en realidad resulta minoritaria: supone alrededor del 5 % de las entradas en total, recuerda Juan Iglesias.

Otro de los factores es el sentimiento de ser relegados por una agravio comparativo a la hora de acceder a ciertos recursos como ayudas o becas. Algunas personas piensan que los inmigrantes se "saltan la cola" a pesar de haber llegado después sin tener en cuenta los verdaderos criterios de reparto, que suelen obedecer a las necesidades de las familias.

Otros bulos acerca de la población extranjera ya han sido ampliamente desmentidos pero siguen replicándose en ciertos discursos, que calan en la opinión pública.

El Ministerio del Interior ha reiterado en numerosas ocasiones que no existe una correlación entre inmigración y delincuencia. El Foro para la Integración Social de los Inmigrantes recordaba el pasado mes de julio en su último informe, basándose en datos oficiales, que no, que los inmigrantes no copan la sanidad pública, ni quitan el trabajo a los españoles ni reciben más ayudas que los nativos.

Uno de los aspectos que ha llamado la atención a los expertos sobre el barómetro del CIS es que, en la pregunta posterior a la de cuál consideran que es el principal problema del país, se cuestiona al mismo público cuál es el asunto que, a nivel personal, más les afecta.

En este caso la inmigración desciende hasta el puesto número cinco.

Sebastian Rinken advierte de que son dos cuestiones muy diferentes la preocupación que las personas manifiestan acerca de las políticas migratorias y la relación que estos tienen con los migrantes en su día a día.

Y cita como ejemplo de ello un estudio publicado por su equipo este verano, que refleja precisamente esta diferenciación: En España, los indicios de rechazo hacia los inmigrantes son favorables en comparación con el entorno europeo.

Incluso entre los que tienen una opinión negativa sobre la inmigración, tan solo una minoría lo "paga" con los propios extranjeros: la mayor parte solo comparte posturas negativas sobre la gestión que se hace de esta materia.

"España es un país, bajo una óptica, digamos, interpersonal o intergrupal, más tolerante, nítidamente. Ojalá esto siga así", analiza Rinken. EFE

lll/ltm

(Recursos de archivo en www.lafototeca.com Código 22282620 y otros)

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