Dos óleos pintados en la corte de Felipe IV recuperan la luz en Jaén

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Ginés Donaire

Jaén, 21 sep (EFE).- 'José en el pozo' y 'La túnica de José', que forman parte del patrimonio de la Santa Capilla de San Andrés de Jaén, son los títulos de los dos cuadros cuya autoría se atribuye a dos pintores de la corte de Felipe IV y que están relacionados con el coleccionismo nobiliario de la época.

Estos dos óleos se han expuesto ahora en el Espacio La Rural, en la sede de la Caja Rural de Jaén, tras un minucioso proceso de restauración que ha servido para recuperar un patrimonio del que hay constancia de su donación a Jaén en el año 1785.

Los dos cuadros forman parte de una compilación pictórica de doce obras donde se narra la vida de José, hijo de Jacob.

En el cuadro 'José en el pozo' se cuenta la escena en la que los hermanos de José lo abandonan en un pozo durante tres días. Posteriormente lo extraen para obtener un beneficio económico, vendiéndolo como esclavo a unos mercaderes que se acercan tras la colina.

En la pintura titulada 'La túnica de José' se relata cómo uno de los hermanos de José entrega la túnica del mismo a su padre Jacob, mintiéndole sobre el paradero de su hermano y diciéndole que ha fallecido. Aparecen varios personajes, en su mayoría femeninos, lamentando su muerte.

La peculiaridad de la colección se centra en el material del soporte, una plancha de cobre sobre la que se encuentra una ligera preparación y la pintura al óleo. El cobre en láminas finas y pulidas sirvió como soporte para la pintura al óleo, especialmente por los artistas flamencos y holandeses del siglo XVII.

"Las obras están encuadradas con un marco que mide 9 centímetros de grosor en todo su perímetro, es de madera decorada en negro y pan de oro en las molduras externas e internas", ha explicado a EFE Pilar Rodrigo, de la Fundación Caja Rural de Jaén, que ha financiado esta restauración llevada a cabo por Olga Cano Aceituno.

El gerente de la Fundación Caja Rural de Jaén, Luis Jesús García-Lomas, ha señalado que "se trata de recuperar un patrimonio, a veces olvidado, y que es importante también que la gente lo conozca".

La principal patología que afecta a las obras de esta colección es el levantamiento de la pintura con respecto al soporte. Algunos fragmentos ya se habían desprendido del soporte causando pérdidas irreversibles. A ello se suma que las pinturas presentaban suciedad superficial y el estrato de barniz se encontraba oxidado.

Durante el proceso de restauración se han realizado estudios y análisis previos como el fotográfico, planos de deterioro, test de solubilidad y diferentes técnicas no invasivas, para conocer e identificar los materiales empleados.

Una primera fase tras la que se llevaron a cabo tratamientos de fijación de la pintura, limpieza del reverso, aplicación de inhibidor de la corrosión del soporte, consolidación y fijación de la capa pictórica, eliminación del empapelado, así como limpieza y eliminación de repintes oxidados, estucado y enrasado de las pérdidas de preparación, reintegración pictórica y barnizado final. EFE

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