Torres Leiva (Chile) abre Horizontes Latinos en Donosti viajando a la ciudad más austral

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Marina Estévez Torreblanca

San Sebastián, 20 sep (EFE).- El director chileno José Luis Torres Leiva ha abierto este viernes la sección Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián con la película "Cuando las nubes esconden las sombras", un viaje entre realidad y ficción a la ciudad más austral del mundo, Puerto Williams, con la actriz argentina María Alché.

Este formato híbrido, que mezcla la actuación con personajes que se interpretan a sí mismos y muestran la realidad que habitan ya había sido experimentado por Torres Leiva en 'El viento sabe que vuelvo a casa' (2016), como ha recordado el director a EFE.

"Había un guión escrito que se reescribió muchas veces, en base también a un viaje previo de investigación para conocer a algunas de las personas que después participaron en la película", relata el director sobre el proceso de elaboración del filme, que compite con otras trece cintas latinoamericanas inéditas en España por el premio Horizontes, dotado con 35.000 euros.

El argumento es el viaje de María, una actriz que va a protagonizar una película en Puerto Williams, e inesperadamente se queda sola en la ciudad debido a una fuerte tormenta que no permite que el resto del equipo de rodaje llegue a tiempo.

Al buscar ayuda para unos fuertes dolores de espalda, irá descubriendo a los lugareños de la ciudad más austral del mundo, situada en la ribera norte de la isla Navarino y a orillas del canal Beagle y empezará a desentrañar una historia pendiente en su vida que tiene que ver con el duelo.

Como marco, un impresionante entorno natural territorio ancestral de los Yaganes, pescadores y recolectores que navegaron hasta el Cabo de Hornos en canoas y cuyos descendientes siguen habitando ahora la ciudad, fundada en los años 50 del siglo pasado.

Para María Alché, interpretar este papel tuvo también una parte de realismo, ya que ella misma es una actriz que viajaba a un lugar desconocido. "Es como ir al fin del mundo, se llega en un barco que viaja toda la noche, así que hay una sensación física muy fuerte de estar en un lugar realmente muy alejado de todo", relata.

Trabajar con Torres Leiva fue para ella una experiencia "muy enriquecedora e interesante" al formar parte de un universo muy especial durante el rodaje, con un equipo pequeño, hasta el punto de que en ocasiones llegaba a olvidar que estaba siendo grabada, logrando momentos de gran realismo.

Es el caso de una de las escenas más intensas de la película, cuando se pone en manos de una curandera mapuche para tratar sus dolores y descubre qué emociones profundas están afectando a su salud.

"Había algo muy particular en cómo ella te tomaba las manos y cómo te miraba. José Luis y su equipo generaron un ambiente tan íntimo, con una luz muy bajita y con mucho silencio, que realmente yo sentía que estaba sola con ella en ese lugar", relata.

Y siente, ante la cámara, "emociones a las que yo no sabía que iba a llegar", añade la actriz. "La luz, esa mujer, su mirada, sus manos, me trajo una catarata de emociones muy reales, y para mí fue muy impresionante que el cine pueda producir eso tan verdadero y capturarlo, cuando a su vez es actuación", dice Alché.

Como explica el director, a pesar de contar con un guion como base, la película se iba construyendo a medida que se realizaba, una experiencia en equipo que describe como "emocionante" y que conecta, dice, con los comienzos del cine.

"Era muy común esa mezcla de ficción y realidad, ese trabajar con personas que sí son actores con otras que no", un esquema que siempre le ha interesado para trabajar, remarca, también porque permite "darle valor a lo puramente cinematográfico, capturar momentos, y compartir experiencias".

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