Marina Estévez Torreblanca
San Sebastián (España), 20 sep (EFE).- La soledad femenina atraviesa la película 'Querido Trópico', un "drama luminoso" pero inquietante, reconoce a EFE su directora, la panameña Ana Endara, que aborda los variados matices de la relación de una mujer de clase alta con demencia (Paulina García, Oso de Plata en Berlín) y su cuidadora inmigrante (Jenny Navarrete).
"No me interesaba hacer un thriller, pero tomo prestadas cosas que mantienen al espectador en un filo, siempre pensando qué va a pasar, fue un reto durante la escritura, la filmación, y la edición", dijo a EFE Endara en una entrevista sobre este largometraje de ficción que se presentó este viernes en la jornada inaugural de la sección Horizontes Latinos del Festival Internacional de Cine de San Sebastián (norte de España).
Mercedes -la chilena Paulina (Paly) García, Oso de Plata en el Festival de Berlín en 2013 por su interpretación en 'Gloria', de Sebastián Lelio- es una mujer rica, acostumbrada a mandar, que se ve abocada a ser cuidada por el desarrollo de una demencia temprana. Será Ana María, la colombiana Jenny Navarrete, quien encare la tarea, mientras ella misma está embarazada. El deseo de ser madre es otro de los temas centrales.
La directora y guionista cuenta que cuando Paulina García se interesó en el guión, tuvo que reescribirlo en parte, ya que estaba pensado para una mujer más mayor. A continuación se trasladaron a Colombia para encontrar en un largo proceso de casting a la actriz adecuada para darle la réplica: "yo sabía que dependía mucho de la química" entre ambas, explica.
Un objetivo cumplido por estas dos intérpretes "talentosísimas", dice la directora, que admite que su mayor miedo era la dirección de las actrices dado que su experiencia era el documental, pero finalmente ha sido el proceso que más ha disfrutado. "A veces ellas agarraban la escena y en un momento proponían otra cosa, y si funcionaba, nos dábamos cuenta todas, y si no, buscábamos otros caminos", remarca.
La trayectoria de Paulina García habla por sí sola, pero en el caso de Jenny Navarrete, Endara destaca su capacidad para caminar en la cuerda floja y mantener el misterio que envuelve a su personaje, una cuidadora con pocos recursos que quiere ser madre y legalizar su situación en Panamá.
La dureza del argumento, en el que la otra protagonista va perdiendo la capacidad de cuidar de sí misma y es consciente de ello, no impide que la película tenga destellos de humor y de sonrisa. "No diría que es una comedia para nada, pero sí que es un drama luminoso en el sentido de que trata temas duros, pero hay espacio para sonreír y para el alivio", dice.
Ambos personajes -quien quiere concebir un hijo para cuidar y quien necesita ser cuidada- se juntaron en su cabeza. "Pensé, aquí hay una ficción, porque son personas muy distintas, pero de alguna manera puede haber un puente y eso es lo que me interesaba explorar".
Uno de esos puentes es la soledad compartida por ambas, que trasciende los roles de empleada y patrona y sus distintas clases sociales. No son grandes conversadoras, pero se acompañan en el silencio.
Hay además personajes en los que se reconoce la directora, como el de la hija de Mercedes, Jimena (Juliette Roy). "Verte en la situación de tener que limpiarle el culo a tus padres es una cosa casi tan antinatural como ver a un hijo morir", señala Endara.
Única mujer entre sus hermanos, es Jimena quien se encarga de buscar, contratar y supervisar a una cuidadora para su madre, a pesar de que tiene un gran volumen de trabajo en la empresa que dirigía Mercedes hasta ponerse enferma.
"Las mujeres somos las cuidadoras por excelencia, para bien y para mal. ¿Por qué elegimos, por qué se nos asignan esos roles?", se pregunta Endara sobre otro de los temas peliagudos que se plantean en la película para la reflexión del espectador. EFE
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