Saint-Brieuc (Francia), 19 sep (EFECOM).- El parque eólico marino de Saint-Brieuc, en Francia, se inaugura oficialmente este jueves como el mayor del Canal de la Mancha, tras una inversión de 2.400 millones de euros acometida por Iberdrola y con la participación de más de 60 empresas de la industria española.
"Desde el punto de vista de ingeniería, es el proyecto más difícil que hemos tenido nunca", ha dicho el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, antes de los actos de inauguración.
En este sentido, el director del proyecto, Víctor Triviño, ha explicado a EFE que "el reto de trabajar con mareas de hasta doce metros dos veces al día -similares a las del mítico Monte Saint-Michel- y el de suelos unas veinte veces más duro de lo habitual han propiciado que la tecnología para su desarrollo no tenga precedentes".
Con una potencia instalada de 496 megavatios (MW), este parque eólico marino -el cuarto de Iberdrola en el mundo y el segundo más potente- produce unos 1.820 gigavtios/hora (GWh) al año, con lo que puede suministrar electricidad a una población de unos 835.000 habitantes.
A unos 16 kilómetros de la costa de Bretaña, la central ocupa 75 kilómetros cuadrados sobre los que se han desplegado 62 turbinas de más de 200 metros de altura, con palas de casi 82 metros de largo, y separadas entre sí por cerca de un kilómetro de distancia.
Su desarrollo y construcción, que comenzó hace tres años, ha movilizado a unas sesenta españolas, entre otras, y, aunque se inaugura hoy oficialmente, ya lleva meses operativa.
El jefe de Construcción del parque, David López, explica que la decisión final de inversión en el proyecto se tomó a finales de febrero de 2020, a las puertas del estallido de la pandemia de la covid, lo que complicó aún más el desarrollo del proyecto en plazo.
"Ha habido momentos en los que han trabajado hasta 30 barcos a la vez, con 800-1.000 trabajadores en el mar al mismo tiempo", explica el responsable de un parque para el que, en un principio, se le prevé una vida útil de 25 años.
Todas las plataformas que sustentan los aerogeneradores han sido fabricadas en instalaciones de Navantia-Windar en Brest (Francia), Fene (A Coruña) y Avilés (Asturias), mientras que los pilotes que las anclan al lecho marino se han construido en las instalaciones de la asturiana Windar en Avilés.
Cada una de las tres patas que anclan las plataformas al lecho marino mide 75 metros de altura y 28 de ancho, y pesan más de 1.100 toneladas.
Los aerogeneradores, de 8 MW de potencia, tienen 209 metros de altura desde el mar hasta la punta más alta de la pala. Las turbinas –fabricadas por Siemens Gamesa Renewable Energy (SGRE)- tienen palas de casi 82 metros de longitud.
El consorcio Navantia-Windar se ha encargado de la construcción y el montaje de las 62 plataformas ("jackets") a través de un contrato de 350 millones, el mayor hasta la fecha ejecutado por ambas compañías en eólica marina.
En ese contrato han participado también más de 15 empresas españolas de la ría de Ferrol y Avilés, y ha supuesto la creación de más de 2.000 empleos directos y miles indirectos, según la eléctrica.
Este acuerdo ha afianzado una relación de más de diez años entre Iberdrola y Navantia-Windar, que suma contratos por más de mil millones en diversos parques eólicos marinos.
Por su parte, Siemens Gamesa ha puesto en marcha una nueva fábrica en Le Havre (Francia) para la producción de las turbinas, y se encargará del mantenimiento del parque 10 años.
Este contrato se ha traducido además en nueva carga de trabajo para el centenario astillero vasco Balenciaga, con la fabricación de un barco nuevo para la fase de operación y mantenimiento.
Por otro lado, la compañía vasca Haizea Wind ha fabricado las 62 torres que sostienen los aerogeneradores, al tiempo que la canaria Iprocel ha sido la adjudicataria de los servicios de puesta en marcha del parque y Eiffage Métal y Equans (Grupo Bouygues) han colaborado estrechamente con proveedores españoles para la ingeniería y construcción de la subestación.
La embarcación Goelo Enabler, con 83 metros de eslora y casi 19 metros de manga y construido en Zumaia (Gipuzkoa), ha sido la encargada de trasladar a los técnicos de mantenimiento. EFECOM
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