El Gobierno ha manifestado este miércoles su condena por el atentado terrorista registrado la víspera en Bamako y reivindicado por el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), la filial de Al Qaeda en el Sahel, al tiempo que ha expresado su preocupación por la actividad yihadista en Malí y en la región en su conjunto. "España condena el atentado perpetrado ayer en Bamako y expresa su solidaridad con las familias de las víctimas y con el pueblo maliense", ha señalado el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado. El Gobierno ha asegurado que "la lucha contra el flagelo del terrorismo es una prioridad política para España" y por ello ha indicado que "sigue con gran preocupación la actividad de los grupos terroristas en Malí y, más generalmente, en el Sahel". JNIM atacó a primera hora del martes la Escuela de la Gendarmería en Faladié y el campamento militar de Senou, situado cerca del aeropuerto de Bamako y en el que están desplegados mercenarios de Africa Corps --anteriormente conocido como Grupo Wagner--. Las imágenes difundidas en redes sociales muestran a los asaltantes prendiendo fuego a varios aviones en el aeropuerto. Según el grupo terrorista, el ataque se saldó con "grandes pérdidas", si bien la junta militar que gobierna Malí tras el segundo golpe de Estado de mayo de 2021 no ha ofrecido por el momento ningún balance de víctimas. El ataque es el primero de gran envergadura contra Bamako desde noviembre de 2015, cuando 20 personas murieron durante asalto por parte de Al Murabitún --vinculado a Al Qaeda-- en un hotel. Sin embargo, una base militar situada a unos 15 kilómetros de la capital fue objetivo en julio de 2022, un ataque perpetrado por JNIM. En las instalaciones residía el líder de la junta, Assimi Goita, por lo que fue considerado un golpe relevante, en medio de la aproximación de los ataques yihadistas a la capital.