León, 17 sep (EFE).- El incendio forestal que se inició a primera hora de la tarde del lunes en las cercanías de la localidad de Brañuelas, en el municipio leonés de Villagatón, ha arrasado ya unas 450 hectáreas pero está prácticamente estabilizado y el operativo de extinción confía en que no aumente el perímetro, de unos 10 kilómetros en la actualidad.
La directora de las labores de extinción, María del Mar López, ha avanzado que los momentos de mayor peligro para las poblaciones de Tremor de Abajo y Almagarinos se vivieron ayer y "todo indica que el incendio no se va a mover aunque la topografía es muy complicada y se pueden producir rebufos".
El incendió empeoró a última hora de la tarde del lunes por lo que se elevó a 2 el nivel de peligrosidad -en una escala ascendente de 0 a 3- por representar un riesgo para personas y bienes distintos a los de naturaleza forestal.
En concreto, se pidió a la población de Almagarinos, en el municipio de Igüeña, y Tremor de Abajo, en Torre del Bierzo, que suman algo más de cien vecinos, que no abandonasen sus localidades y que no tratasen de sumarse a la labores de extinción para minimizar los riesgos.
También se ha cortado la carretera en ambas localidades para evitar desplazamientos.
Las labores de extinción durante la noche permitieron parar la cabeza, pero todavía hay dos zonas todavía con actividad y que van a requerir mucho trabajo a lo largo del día, según ha avanzado López.
El delegado territorial de la Junta de Castilla y León en la provincia de León, Eduardo Diego, se ha desplazado al puesto de mando avanzado, desde donde ha explicado que se sigue trabajando de forma "intensa" en los dos flancos activos.
También ha destacado que los medios aéreos, diez helicópteros y dos aviones están actuando en las zonas más abruptas, a las que se puede llegar por tierra.
Ha avanzado que se está tratando de perimetrar el incendio para trabajar de desde esas zonas hacia adentro.
Diego ha indicado que se mantiene el nivel 2 de peligrosidad y que las poblaciones de Tremor de Abajo y Almagarinos seguirán confinadas para evitar riesgos, aunque ha recalcado que no hay riesgo para los aproximadamente cien vecinos de ambas localidades.
Ha puntualizado que las llamas han devorado ya 450 hectáreas, abarcan un perímetro de 10 kilómetros y todo apunta a que ha sido intencionado.
La adversa evolución del fuego a causa del viento hizo que ayer se reforzara con el paso de las horas el operativo de extinción que alcanzó los 35 medios aéreos y terrestres con más de 140 personas a las que poco después de las siete y media de la tarde de lunes se sumó la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Las condiciones meteorológicas, con rachas de 20 kilómetros por hora, y el tipo de combustible propiciaron una rápida expansión del incendio.
A esto hay que unir una inversión térmica que originó que la columna de humo no ascendiera hasta capas más altas de la atmósfera, lo que ha propició que las pavesas, aún encendidas, abrieran nuevos focos fuera del frente de llamas.
La orografía es otro de los factores que dificulta las labores de extinción debido a que los continuos y profundos valles, con elevada pendiente, no permiten un fácil acceso.
El fuego afecta a terrenos arbolados, matorral y pastos y por el momento se desconocen las causas que lo han provocado. EFE
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